Los portafotos son unos magníficos regalos en cualquier ocasión, y especialmente en Navidad y Reyes.
Claro que no se regala sólo el portafotos: el auténtico regalo es la comedura de tarro que tendrás que hacerte para ponerle al regalado esa foto que le va a tocar el corazón y hacerle derramar la lagrimita. Algunos consejos:
Esa foto de tus vacaciones en Cancún, pues no. No la pongas. Eso no se hace. ¿O quieres que se estén muriendo de envidia el resto del año? Y esa en que sale el cuñado, casi que tampoco. No es que nadie vaya a tener nada con el pobre cuñaooo, pero déjalo estar tranquilito, que no hay que verlo todos los días. Y la de cuando el abuelo hizo la mili… bueno, pero por lo menos pásale un Photoshop. Y no pongas esa foto de grupo de la boda, porque no cabe de ancho y va a haber que cortar la la tía Paqui. ¡Y a la tía Paqui no se la corta!
En fin, más no te podemos ayudar. A elegir el marco perfecto, sí. (El jardín Zen lo hemos puesto por relajarnos, después de tanto ajetreo navideño).
Hola, Ana. Esta es una referencia antigua que ya no tenemos en catálogo. Gracias de todos modos
Quiero comprar el porta fotos de hojas doradas