—Hola.
—Adiós.
—Hola.
—Adiós.
Si, sí, ya sé lo que estáis pensando. Y que me vais a decir que habéis escuchado conversaciones más animadas que esta hasta en cementerios. Vale, admitido. Pero, como dice el refrán, lo bueno, si breve, amanece más temprano. ¿O no era así…? Bueno, si no era así era parecido.
El caso es que este felpudo Hola Adiós que os presentamos hoy es de pocas palabras, pero bien escogidas, porque a ver: ¿puede haber mayor belleza que la que surge de la concisión, más armonía que la que emana de la precisión del significado, más sencillez que la que brota del ahorro semántico?
Pues está claro. Únete al minimalismo dialéctico, que va a ser trending topic. Y aprende a pensar como un felpudo. Si tú fueras felpudo, ¿qué dirías? Pues muy sencillo. Al llegar:
—Hola.
Al marcharse:
—Adiós.
Y la charla, para la sobremesa.
Ya está disponible en la tienda. ¡Ah! Y no le des la vuelta, porque sino, la fastidiaste…