De pajarito a pajarito

—¿Sabes? Me ha dicho un pajarito que en latiendawapa tienen unos cojines bordados preciosos. Son de color crudo y tienen hojas y pájaros bordados. Son tan bonitos que lo flipas más que Paquirrín leyendo la «Crítica de la razón práctica».
—Ya. Y ¿cómo era ese pajarito?
—Pues verás: era precioso, con el contorno bordado en azul y el cuerpo hecho con una tela con fondo blanco con florecitas azules y el ala bordada con puntitos blancos.
—Ya. Ya veo que lo estás flipando, porque te estás viendo en la foto y eres tú mismo, chaval. Que no te enteras.
—¡Vaya…! No, si ya te dije que los cojines eran para fliparlos.Cojín bordado de búhos

—¡Uh. uh! Vaya conversación más absurda esa de arriba. Se ve que tienen cerebro de pajaritos ¡uh, uh! ¿Y tú como lo ves?
—Pues a mí, ¡uh, uh! al oir estas cosas se me ponen los ojos como platos. Por cierto, se me ha metido un botón en el ojo.
—Tú sí que lo flipas también. Es que ese botón es tu ojo, que para eso eres un búho bordado, ¿o es que tú tampoco te enteras?
—¡Uh, uh…! está visto que los cojines son para fliparlo.

Pedimos disculpas a nuestros lectores por este diálogo de besugos, digo de pajaritos. Como castigo, hemos condenado a nuestros guionistas a ver cincuenta capítulos seguidos de «Amar es para siempre». Para que lo flipen.

El caso es que estos cojines bordados alargados son un rato de bonitos, tienen pajaritos, tienen botones, están bordados y tienen un precioso reverso con tela de flores. Y mientras no se agoten los tenéis disponibles en el departamento de cojines de la tienda.Cojín bordado