A ver: acción, acción, no os esperéis un rollo tipo Grand Theft Auto ni nada de eso. Que el rollo de las alfombras de bambú es tranquilo, de estar en el suelo, sin moverse, viendo pasar el tiempo, como dice la canción. Que para moverse ya están las tarifas eléctricas.
Por otra parte es lógico: están fabricadas con bambú, lo que comen los osos panda… y ¿habéis visto alguna vez a un oso panda estresado?
Pero aunque lo de acción no, lo de cámara, sí. Para que veáis las posibilidades de las alfombras de bambú hoy os traemos algunas fotos que nos permiten verlas en toda su extensión y toda su grandeza. Son alfombras cálidas, resistentes, flexibles, decorativas, multicolores y que se adaptan a todo.
Comenzamos con las alfombras de bambú en color natural, chocolate y gris, porque son los tonos más naturales y fáciles de combinar. Visten cualquier suelo así, sin despeinarse, con toda la naturalidad del mundo, sin estridencias y son muy resultonas.
Si fueran coche sería un todoterreno de estos bonitos que apenas consumen, no hacen ruiditos y no se estropean.
Si fueran música serían como las canciones de Bob Marley: le gustan a todo el mundo y se pueden poner en cualquier circunstancia y lugar.
Y si fueran comida sería como esos pinchos de tortilla sabrosos que te ponen con la cerveza de antes de comer y a los que nadie se resiste.
Si os gustan, podéis imaginaros todas las posibilidades decorativas de estas alfombras multiplicando lo que veis por la infinidad de colores y medidas que tenemos disponibles. Vamos, que podrías alfombrar el Palacio de Versalles sin repetir alfombra en ninguna habitación. ¡Lo que se habría ahorrado Luis XIV!
Desgraciadamente para él en aquella época aun no existía latiendawapa, pero para vosotros sí, y si tenéis más curiosidad por ver la gama de alfombras de bambú podéis pulsar en estas letras subrayadas.