Si te fijas, en esta vida puedes ser muchas cosas.
Puedes ser, por ejemplo, el Marajá de Kapurtala. O Registrador de la Propiedad. Fontanero en Leganés, astronauta en el Columbia, y hasta portero suplente del Real Madrid. Quizá seas bailarina del Bolshói, cantante de rancheras en YouYube, Miss Universo o traductor de arameo antiguo… da igual.
Porque seas lo que seas, en una cosa estarás de acuerdo con todas las demás personas de este mundo: al ver estos cojines de patchwork dirás ¡son divinos de la muerte!
Y es que no me digáis. Son cojines pequeños, pero matones, muy, muy matones. Miden entre 25 y 30 cms. y están pensados para hacer apología del patchwork más blandito.
Con su tela de lino y algodón. Con sus retales tan bien combinados. Con sus animalitos tan primosamente colocados, los elefantes con sus trompas y las mariposas que parecen a punto de echar a volar. Son capaces de ablandar hasta a una estatua de mármol o al increíble Hulk.
Así que si no os enamoran a primera vista, miraos al espejo a ver si sois verdes.
Estas son las primeras muestras de una colección más amplia: mañana os ponemos más. En el departamento de cojines de la tienda podéis ver los detalles. Os queda aquí abajo una galería de fotos.