Que gusto da independizarse. Poder vivir en tu propia casa, llegar a la hora que quieras, ver el programa de televisión que te dé la gana, no tener que ordenar ni que limpiar… qué maravilla.
Claro que tiene sus desventajas. Por ejemplo, hay que cocinar. Pero… «oye, Mamá, mañana voy a comer que no me da tiempo porque salgo tarde del curre.»
Y también hay que hacer la colada. Pero.. «hola, Mamá, de paso que vengo a comer te dejo esta bolsita con ropa sucia. ‘Ah! y de paso que mañana vengo a recogerla, ya me quedo a comer.»
Y hay que cuidar a los niños. Pero… «Mamá, que mañana tengo hora con el adivino, que me va a decir cuándo me va a tocar el Euromillón. Ya paso y te dejo al niño.»
Hasta que, claro, un día te aparece este felpudo en la puerta de casa de mamá. Y tú te preguntas «¿habrá querido decirme algo?» Naturalmente, no te cobra, porque una madre es una madre…
Pues por eso lo mejor es que te anticipes tú y aprovechando que madre sólo hay una y que llega el Día de la Madre, regálale este felpudo Hotel Mamá. (Bueno, tampoco hace falta que sea el Día de la Madre para que se lo regales).
Así podrás seguir siendo independiente, y a la vez seguir utilizando el mejor hotel del mundo. El Hotel Mamá. Y ella, tan orgullosa.
Lo puedes encontrar en el departamento de felpudos de latiendawapa.