Seguro que ya conocéis nuestra familia de puffs blandos, con múltiples formas, llenos de colores y de alegría. Y si no la conocéis, os la presentamos: aquí unos puffs, aquí unos amables lectores.
Pues nuestra familia está celebrando la llegada de un nuevo miembro: el Puff Súper Cojín. Y os estaréis preguntando ¿pero es un cojín o es un puff? ¿Un puff o un cojín?
Muchas gracias por la pregunta. Os vamos a explicar:
Esto es un poco como si un cojín normal fuera de Bilbao (ya sabéis de aquél de Bilbao que iba a comprar tabaco y no pudo porque solo llevaba 500 euros). Pues este cojín igual: con sus 80 cms. de lado y sus 35 centímetros de grosor, se ha ganado el título de Súper.
Y no es que tenga el corazón partío, como Alejandro Sanz, sino más bien es como si fuera un híbrido entre puff y cojín, igual que un maripopótamo es un cruce entre mariposa e hipopótamo. (No nos preguntéis cómo lo hacen, ¿eh?)
En realidad tiene el cuerpo de cojín pero el alma de puff, del mismo modo que Messi tiene el cuerpo de pulga y el alma de gol.
La superficie es de una fuerte, gruesa, resistente, lavable y multicolorida polipiel, y el interior es un relleno de puff blando en toda regla: bolitas de esferovite (porexpán) que le da rigidez a la vez que blandura, que para eso es un cojín: para ser blandito, como el oso de Mimosín.
Como todos los puffs blandos, es rellenable, con depósito interior con cremallera.
Y como es de la familia, se lleva muy bien con sus hermanos: nunca discuten y se complementan perfectamente. Combínalo con un puff pera, con uno de respaldo, o simplemente llena ese rincón de tu salón o habitación con varios cojines, para desparramarte a tu gusto.
Y disfruta del cojín puff. O del puff cojín.