Hay cosas que por más siglos que pasen no cambian nunca, como La Duquesa de Alba o el peinado de Míster Proper, por ejemplo.
Pero no sólo: las paneras con tapa, las de toda la vida, después de un período de destierro de nuestras cocinas en aras a la modernidad, vuelven con fuerza para decir, a voz en grito: ¡me gusta el pan!
Y las cocinas, a coro, responden: ¡una panera, quiero!
Es natural. Si a uno le gusta el pan, lo lógico es tener una panera. Igual que si a uno le gusta la cerveza lo lógico es tener una gran barriga, o si a uno le gusta la velocidad lo lógico es no tener puntos en el carnet.
Pues nuestra nueva gama de paneras ha llegado dispuesta a tragarse y almacenar todo el pan que necesitas, como la ballena que se tragó a Jonás, y con la misma voracidad con que los bancos devoran millones de los rescates.
Y no sólo pan: es el lugar perfecto para tus magdalenas, cupcakes, bizcochos y demás cosas ricas.
Hay paneras de bambú, paneras de metal, paneras acrílicas, paneras opacas, paneras transparentes, paneras de acero y aun más, de modo que si no encuentras la que necesitas es porque eres de Saturno y no te hacen juego con los anillos.
Estas que os presentamos en las fotos son sólo algunos de los nuevos modelos que nos acaban de llegar. Hay más que iremos colocando en los próximos días.
De todas formas, para saber las que hay en cada momento basta con hacer una búsqueda en la tienda por panera y enseguida veis lo que hay.