Sí; pensaréis que eso de números para las letras es una contradicción, pero es que el mundo está lleno de ellas.
Por ejemplo, ¿por qué los kiwis son tan feos por fuera y tan bonitos por dentro?
¿Por qué cuando el Gobierno dice «días» la oposición entiende «meses» y cuando dice «meses» la oposición entiende «nunca»?
¿Por qué hay tantas clínicas de cirugía estética y tan pocas de cirugía ética?
¿Y por qué decimos «con creces» si nadie sabe lo que es una crez?
Es que somos así de complicados.
Por eso nuestro espíritu de contradicción, que siempre está asomando, como Trancas y Barrancas por el agujero de la mesa, ha pensado que para sujetar tus letras no hay nada mejor que números. Los números de nuestro juego de sujetalibros metálico.
Una pareja de piezas metálicas especialmente pensadas para apuntalar con firmeza toda la sabiduría que hay en tu casa, desde la Enciclopedia Británica hasta tu colección de Cuore (y seguimos con las contradicciones).
Claro que si eres de los que leen menos que Homer Simpson siempre los puedes utilizar para otros menesteres: para aprender a contar, para seleccionar la combinación para la Bono Loto, como escultura (¿lo pillas? es-cultura…) o para entretenerte un día de aburrimiento comprobando que no falte ningún numero.
Mientras duren los tienes en este departamento de latiendawapa. Y si no quedan, seguro que hay muchas otras cosas chulas.