Es que nos pueden las ganas. Tenemos tantas de desearos Feliz Navidad que ya nos íbamos a adelantar a la fecha, pero de momento sólo os deseamos Feliz Nacimiento.
No, no es que hayáis nacido ayer ni que estéis de cumpleaños: es que hoy os mostramos un esplentacular (sí, habéis leído bien: espléndido y espectacular) Nacimiento de resina y tela.
Se le llama nacimiento o Belén, pero también, como a todas las representaciones de la Virgen, San José y el Niño Jesús se le llama Misterio.
¿Y por qué? os preguntaréis. Pues es un misterio, como su propio nombre indica. Como también es un misterio saber si la primera página de internet fue el Portal de Belén.
Mientras se resuelven estas cuestiones, nuestro gran Misterio Navideño de resina y tela se muestra radiante, presumiendo de su porte grandioso: no en vano mide más de 90 cm de altura y más de 50 cm de ancho (aproximadamente como Danny de Vito).
De hecho, no incluye el burro y el buey porque tendrías que alquilar un establo aparte y no están las cosas como para andar comprando sacos de paja al por mayor.
Pero su mérito no está solo en su tamaño, ya que este nacimiento nos llega primorosamente elaborado con todo lujo de detalles. Fijaos qué telas tan delicadas, qué exquisitez en los pormenores, qué sutileza en los gestos, qué buen gusto en el conjunto…
Resumiendo: qué gran maravilla navideña. De hecho, si decoras tu navidad con esta pieza, no necesitas nada más. Toda tu casa se impregnará de espíritu navideño sin necesidad de esperar a que vuelva El Almendro.
Durará poco, pero mientras no se agote lo podéis ver, con todas sus características en la tienda, pinchando aquí. Y mientras tanto, podéis pinchar en las fotos para apreciar los detalles.
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