Ya sabéis que habitualmente en este blog nos tomamos las cosas con bastante humor y algunas gracias. Pero hoy no. En serio.
Porque hoy nos toca felicitaros las Navidades y es una responsabilidad tan grande que no nos vamos a permitir ni un chiste. O sea, que vamos a estar más serios que la sesión plenaria de la Real Academia de Jurisprudencia.
En serio. Y es una pena, porque si no estuviéramos tan serios os contaríamos en qué se parece un árbol de Navidad a un semáforo estropeado.
Vaaaale, en que está rojo y verde a la vez.
Pero basta ya de bromas. En serio. Que para bromas ya tuvo bastante el bueno de San José cuando le explicaron lo de la paloma y eso
No, en serio. Es que la Navidad tiene cosas… es como cuando ves un Papá Noel de esos de colgar en el balcón, y dices… ¿lo acaban de poner o se les olvidó quitarlo hace diez años?
En fin: como somos incapaces de ponernos serios, lo mejor que podemos hacer es imitar a los peces del villancico, que hacen lo que toca en estas fiestas: beben, beben y vuelven a beber.
Así que sin más, os deseamos, de todo corazón,
En serio.