Hoy os traemos una comparativa muy especial.
Ya; pensaréis que es una simple comparativa entre dos balanzas o básculas de cocina, una mecánica y otra electrónica, pero os equivocáis. Es mucho más.
Porque lo que está en juego es la lucha entre el mundo analógico y el digital, entre la informática y la física, entre el mundo real y el virtual.
Para situarnos: comparar un producto mecánico con su equivalente digital es como comparar un idiota con un i-diota. En el fondo son lo mismo, pero el segundo tiene smartphone.
Es como comparar el ir a jugar al campo o quedarse en casa jugando al Fifa 15 en la Play. Pues eso es lo que os traemos hoy, pero en pesa de cocina.
En primer lugar vamos a analizar los parecidos, que son bastantes.
Para empezar, ambas básculas pesan. Y hasta cinco kg. En ambas se ve fácilmente el peso medido, con una precisión de pocos gramos. Y ambas son sufridas: ninguna se queja cuando le pones encima un pescado muerto, y mira que molesta.
Igualmente, trabajarán siete días a la semana veinticuatro horas al día 365 días al año, como la troika, sin descanso.
Respecto a las diferencias… ya no son tantas. Veréis: una es electrónica y la otra no. Una es bonita y la otra también. Una es plana y la otra tampoco.
Así que nos declaramos incompetentes para declarar el vencedor. Y como mientras duren las tenéis las dos en la tienda, vosotros mismos podéis elegir.