Hoy os traemos un sol. Para ser más precisos, un espejo Sol, radiante y decorativo para tu pared.
Hay que admitir que el sol (el de verdad) está sobrevalorado. No tanto como Johnny Depp o la música de Nirvana, pero casi. Sí, es cierto que hace cosas que tienen mérito, como reacciones termonucleares y cosas así, pero eso, con un laboratorio, unas probetas y un clip también te lo hace McGiver.
Por lo demás, lo único que hace es provocarnos estos veranos cargantes a 40º a la sombra. Y menos mal que le tiene miedo a la oscuridad y no se le ocurre aparecer por la noche, porque sino no podríamos salir a que nos claven seis euracos por una cerveza en la terraza de moda.
Por eso hoy os proponemos como alternativa al sol tradicional nuestro espejo sol: un sol que no hace reacciones termonucleares y que no quema, pero que sí irradia. Pero en lugar de fotones, irradia belleza y decoración.
Porque para eso ha nacido: para decorar tu pared y dejar tu entrada o salón más bonito que un San Luis. A tu pared y a este espejo les va a ocurrir lo mismo que a aquella cebra que vio un código de barras: se enamoraron a primera vista.
Este gran espejo decorativo es de metal con incrustaciones y apliques nacarados y mide 77 cm de diámetro para llenar tu pared de manera espectacular
Y forma parte de las muchas cosas entre las que puedes escoger para decorar tus paredes. Mientras no se agote puedes comprobar todos los detalles pinchando aquí.