Sí, amigos: una encuesta de latiendawapa revela que nueve de cada diez faquires entrevistados prefirieron esta cesta para encantar sus serpientes venenosas y le dieron cinco estrellas. Tan cierto como que San Antónimo es el patrono de los diccionarios.
El décimo faquir solo le dio cuatro estrellas, porque según sus propias palabras «para ser perfecta le faltaba tener como opción el asiento de clavos». Lo sentimos, chaval. Si quieres te pasamos el enlace a nuestra sección de cojines, pero soy muy blanditos…
Pero no os tenéis que preocupar: a esta impresionante y espectacular cesta de ordenación de mimbre con tapa (la hemos llamado así para abreviar) le hemos quitado todo resto de ofidios y animales reptantes, para que la podáis usar para lo que ha nacido: almacenar y decorar como una reina, con su gran porte, sus 53 cm de alto y la calidez y naturalidad que irradia por todas partes.
Es una gran cesta redonda, con asas y tapa, de sólida construcción: con unas paredes de más de un centímetro de grosor y más de 2,5 kg de peso, hemos visto edificios de Calatrava más endebles.
Si tenéis dudas de cómo encajaría en vuestra decoración, no os preocupéis: con su estilo exótico, su aire oriental y su acabado natural, es más fácil encontrar a Wally en el campo del Atlético de Madrid un día de derby que que esta cesta no os quede divina de la muerte.
La podéis ver pinchando el botón de abajo, y si se ha agotado, en el departamento de decoración tenéis muchas más cosas chulas.
Nota: ninguna cobra ni faquir han resultado heridos en la elaboración de este post.