Si la decoración de tus paredes se ha vuelto tan poco emocionante como un partido de curling, es hora de darle un nuevo aire. Y te preguntarás, ¿qué me pongo? Eeehhh… perdón, ¿qué le pongo? (Disculpad, es la costumbre).
Es que decidir cómo vestimos a una pared puede ser tan difícil como decicir cada día cómo nos vestimos las personas. Un tremendo dilema. A no ser que seas Kim Kardasian, en cuyo caso nunca te pones nada.
Pero no te preocupes, porque como siempre, latiendawapa viene en tu ayuda. Porque sabemos como conseguir que tus paredes dejen de parecer tan cansinas como una charla de Valdano sobre la presión adelantada.
Y como ejemplo de cosas chulas para decorar tus paredes como auténticos reyes, hoy te traemos tres alternativas tan distintas entre sí como Barça, Madrid y Atleti, pero con una diferencia: que te van a encantar las tres a la vez.
Tienes por ejemplo un precioso aplique metálico cuadrado de gran formato, con ínfulas de escudo heráldico y una elegancia señorial tal que parece sacado del palacio de algún Archiduque prusiano. Cuando lo cuelgues en la pared te darás cuenta de que para encontrar algo más espectacular tendrías que irte al Louvre.
Si acaso, por buscarle algún defecto, podríamos señalar que también le va a encantar a tu suegra, pero nada es perfecto.
También tienes un impresionante espejo redondo de gran formato, radiante en el sentido más literal del término, porque tiene forma de sol, con láminas metálicas imitando rayos que irradian desde la luna (sí, aunque es un sol tiene luna, valga la paradoja).
Tiene un efecto casi hipnótico, lo cual es muy práctico para que tus visitas olviden que se te ha quemado el rost-beaf.
O si lo prefieres tienes un gran reloj metálico ovalado que transportará tu pared a épocas pasadas, en las que las horas pasaban más lentamente y los mensajes equivalentes a los whatsapp de hoy en día tardaban un mes en llegar. Y no pasaba nada, porque no tenían ninguna prisa.
Es un reloj de estilo vintage y acabado envejecido, que paradójicamente servirá para rejuvenecer tu pared.
Aunque bien pensado, no tienes que perder tiempo eligiendo qué le pones a tu pared. Porque lo más sencillo es que lo pongas todo. Así te ahorras dudas y tu pared siempre gana.