Un axioma (qué rayos querrá decir axioma) de latiendawapa dice que la decoración de la casa comienza en la puerta. Y en la entrada tienes… un felpudo. Por eso necesitas un felpudo original, si quieres decorar para ser la envidia de tus vecinos.
También tenemos otro axioma que dice que lo que bien empieza bien acaba. Excepto si eres Pedro Sánchez, claro. Por eso es importante que la decoración de tu hogar, que comienza en la puerta de entrada, luzca un felpudo original que se distinga y que te distinga.
Tenemos más axiomas, como aquél que dice que la decoración de tu casa debe ser como una semana: según avanza tiene que ir a mejor. Pero ese lo dejamos para otro día porque hoy nos quedamos en la puerta para hablar de cómo decorar con felpudos.
Felpudos originales, la primera impresión de la decoración.
Alguien dijo una vez que sólo hay una oportunidad para causar una buena primera impresión. Por eso es tan importante la entrada para nuestras visitas.
Por tanto, ya sabemos que no debemos descuidar nuestra entrada y que elegir bien nuestros felpudos es más importante que resolver la crisis provocada por la sustitución de Cristiano Ronaldo.
Aquellos tiempos en los que los felpudos eran todos iguales, tristes, aburridos y de color culo de mosca ya pasaron a la historia. Pronto estará tipificado en el código penal poner un felpudo aburrido y la pena será terrible: ver cuatro horas de vídeos de Luis Aguilé.
Felpudos: la variedad inagotable
No te preocupes, porque para evitar semejante castigo hoy en día la variedad de materiales, texturas y diseños de los felpudos para puerta es tal que para encontrar más biodiversidad tienes que irte a la selva amazónica. O a Gran Hermano.
Tal variedad obedece a que no todo el mundo tiene los mismos gustos. Por ejemplo, lo que a un rinoceronte le parecería sexy seguro que a ti no te pone nada ¿verdad? Pues por eso hay tantos tipos distintos, para que cada uno elija el que más le ponga.
Felpudos de goma estilo metálico: el hierro fundido más blandito.
Esta serie de felpudos son el último grito en decorar entradas. Fabricados de una sola pieza de goma, imitan al hierro de una manera tan realista que nadie te los va a robar, porque pensarán que pesa una tonelada. Podemos definirlos como de estilo industrial, urbano, o, simplemente de estilo. Porque lo tienen a raudales (qué rayos querrá decir raudales).
Felpudos de poliéster prensado y estampado en tres dimensiones.
Si los de goma son el último grito, estos son el penúltimo, pero no menos espectaculares. Son auténticos cuadros de suelo; lienzos estampados con lemas, frases y fotografías formando mosaicos de imágenes con relieve y tres dimensiones.
Y si te preocupa que sean resistentes, te decimos que igual que en un partido de rugby ves cosas que no sabías que podía aguantar el cuerpo humano, la resistencia de estos felpudos está más allá de este mundo.
Felpudos o esterillas finas de goma y poliéster
Primas hermanas del modelo anterior, estas alfombrillas nos presentan estampados de una sola pieza sobre poliéster, que a su vez está adherido a una capa de goma resistente y pegajosa. El resultado es un felpudo tan espectacular que te van a dar ganas de colgarlo de la pared como si fuera un cuadro.
Y como son tan finos la mayoría de las puertas pasan por encima. Y también lo aguantan todo.
Felpudos de fibra de coco
Son los clásicos de la familia, los de toda la vida. Son incombustibles, atemporales y tan originales como el que más.
Pero no se quedan atrás, porque siempre tienen diseños nuevos para sorprender y permitirte distinguir tu puerta de entre todas las de tu comunidad. Y que rabien los vecinos.
Así son los felpudos de hoy en día: variados, innovadores, alegres y decorativos.
A nueve de cada diez personas entrevistadas les encantaron. La décima era un faquir, que echaba de menos unos cuantos clavos. Pues a ver si inventan el felpudo para faquires.
Mientras tanto, todos los demás los podéis ver en latiendawapa pulsando aquí.