Ya hace mucho tiempo que las alfombras de bambú son tendencia para vestir nuestros suelos. Poco a poco nos hemos ido enamorando de ellas según iban colonizando los suelos de nuestros salones y habitaciones con mayor rapidez que los memes del pelo de Trump colonizan Whatsapp.
¿Y por qué tienen tanto éxito? Quienes las conocen no necesitan explicaciones porque además suelen repetir con ellas, pero si no aún no las has probado es posible que te preguntes qué tienen de especial y por qué son cada vez más populares como recurso para vestir y decorar nuestros suelos.
Ya sabéis que las alfombras de bambú nos gustan más que al Dr. Maligno dominar el mundo. Si por nosotros fuera nos alfombraríamos de bambú hasta las mismas neuronas… si las tuviéramos, claro.
Y nos gustan porque son más limpias que un gato, más cálidas que una siesta al sol, más alegres que un tiovivo y más duraderas que el amor de Romeo y Julieta. Resumiendo: que con ellas te quedas más contento que Bob Esponja el día que se cayó en un barril de cerveza.
Bob Dylan diría que la respuesta está en el viento, pero esa explicación no nos convence. Por eso mejor te explicamos algunos de los motivos del éxito de estas alfombras, aunque tienes este post con información más detallada. Como por ejemplo:
- Aunque parezca obvio, hay que decirlo: son alfombras de madera y por tanto, naturales y cálidas.
- El bambú es recurso natural y sostenible, con lo cual aportan su granito al medio ambiente. Y al otro medio, también.
- Son muy finas, ligeras y resistentes, a tono con las necesidades de los hogares cambiantes y dinámicos de hoy en día.
- Gracias su superficie lisa y plana, no acumulan polvo…
- …porque, al igual que Don Limpio, no tienen pelo y por eso se limpian con toda facilidad. Con aspirador, escoba e incluso fregona.
Adiós ecosistemas habitando en tus alfombras, adiós tintorerías, hola sencillez y comodidad. Porque hay que reconocer que hay alfombras de pelo tan difíciles de limpiar que antes preferirías darle un cepillado completo a Chewakka.
La variedad de texturas y acabados, el arma final de las alfombras de bambú
Ya ves que hay motivos tan variados que darían para hacer un rosco de Pasapalabra, pero aun así esto no lo explica todo. Porque para comprender el éxito de estas alfombras hay que hablar de su variedad y riqueza de colores, combinaciones y texturas.
Es que “aburrida” y “decoración” son palabras que nunca querrás ver juntas en la misma frase. Sí; igual que “presidente” y “Trump”, por ejemplo, pero esto último ya no tiene arreglo. En cambio, para ayudar con lo primero tienes las alfombras de bambú.
Es que “aburrida” y “decoración” son palabras que nunca querrás ver juntas en la misma frase. Sí; igual que “presidente” y “Trump”, por ejemplo, pero esto último ya no tiene arreglo.
Hoy en día las alfombras de bambú han aumentado su versatilidad, texturas y acabados, para convertirse en la alfombra de las mil caras. Hasta el punto de que podrías alfombrar el Palacio de Versalles con una alfombra distinta en cada salón, sin repetir.
Chúpate esa, Luis XIV.
La lámina lisa, un clásico
En el principio fue la alfombra de lámina lisa. Y ojo, que sigue siendo el modelo clásico donde los haya y no hay quien lo destrone. En color natural sigue siendo la alfombra de bambú por excelencia, aportando todas las virtudes de este tipo de alfombras. Al fin y al cabo, es la manera más sencilla y económica de tener un suelo de madera.
Pero a partir de este modelo se han creado tantas variaciones de color que el catálogo Pantone ha sacado la bandera blanca. Chocolate y gris son los tonos que más van a hacer por integrarse de manera natural en nuestra decoración, pero puedes atreverte con colores más llamativos y alegres como verdes, rojos o lilas.
Puedes jugar con los tonos oscuros para buscar contrastes con paredes blancas o ambientes minimalistas, o simplemente para conseguir espacios llenos de tranquilidad y relax. Los colores vivos y fuertes son especialmente indicados para las habitaciones juveniles o infantiles, o para cuando quieres darle a tu decoración un chute extra de fotones.
Láminas en combinación, láminas con hilo trenzado… la gama sin fin
La creatividad de estas alfombras se desarrolla con las combinaciones de color mixtas, juntando varios tonos de la misma gama en la misma alfombra, que vienen mejor conjuntados que Letizia en una recepción oficial.
También admiten otros acabados con más fantasía, como esta alfombra gris azulada bautizada, con toda propiedad, como Luna, lo que demuestra que en ocasiones en la luna es donde mejor se está.
Aunque donde las alfombras de bambú demuestran su capacidad de eclecticismo y variedad es cuando se juntan con el hilo formando trenzados variados.
De hecho, para encontrar una pareja más natural que el bambú y el hilo tienes que irte al jamón ibérico con queso curado. Aunque la ventaja para la alfombra es que te queda divina en el suelo, a diferencia del jamón.
El límite para las combinaciones de este tipo de alfombras es la imaginación. Combinaciones luminosas, tranquilas, de colores fuertes o tranquilos, pero todas ellas aportando calidez y decoración. Desde luego, no es extraño que triunfen.
En resumen, en tu casa o en la mía, pero estas alfombras te traen mil caras diferentes para vestir tus suelos.