Los días en que los cuadros y lienzos de nuestras paredes eran aburridos han pasado a ocupar un lugar en la historia, justo al lado de la capa de Ramón García y del tono de llamada de Nokia.
Porque hoy en día los cuadros y lienzos fotoimpresos nos presentan un abanico de posiblidades tan enorme que se han convertido en una cantera sin fin para la decoración de paredes, más prolífica incluso que la cantera de menhires de Obelix.
Por eso no es de extrañar que sean tendencia. Porque son el recurso más versátil, económico y decorativo para vestir las paredes de salones y habitaciones.
Cuadros fotográficos: la maravillosa solución para cualquier decoración
Hay dos cosas maravillosas que tienen los cuadros de lienzo impreso.
La primera es que su funcionamiento es más simple que el mecanismo de un botijo. Simplemente, se cuelgan y se admiran. Punto. Y no es poca cosa hoy en día encontrar algo que no haya que enchufar al cargador y que no te haga una encuesta de satisfacción al cabo de cinco minutos.
La otra y más importante es que tienen la propiedad de cambiar tu decoración e influir en la composición de tus ambientes de manera tan decisiva como sencilla.
Porque bien escogidos, los cuadros pueden hacer magia con tu pared… pero magia de la buena ¿eh? No como sacar un conejo de la chistera, que eso lo hace cualquiera, sino más bien como sacar una chistera de un conejo.
Técnica de fotoimpresión para fotos impresionantes
La técnica de fotoimpresión consigue estampados de alta definición de imágenes fotorrealistas representadas con tanto detalle que para definirlo habría que recurrir a palabros como fantabuloso o perfestacular. Aunque si preferís emplear el término técnico, sería «quedan bonitos que te ca***».
Porque su vocación es adaptarse a cada estilo de decoración. Y la variedad es una de sus consignas, porque, como a los baterías, les gusta tocar todos los palos.
Y en función del tono, estilo o intensidad que quieras aportar a tu decoración los cuadros serán tu mejor aliado, porque los hay atrevidos como una monja con minifalda y austeros como los Hombres de Negro de la comisión europea.
Regula la temperatura de tu decoración con los cuadros
Si quieres decoración potente hay cuadros con más intensidad que un concierto de Bruce Springsteen. Por ejemplo, este atardecer otoñal resulta tan intenso que si fuera alimento sería leche condensada, sólo que cambiando las calorías por “colorías”.
Pero en ocasiones lo que querrás será rebajar el tono de tu decoración, buscando ambientes relajantes y sosegados. Y para eso también hay cuadros que resultan más tranquilos que la siesta de un hipopótamo. Como este paisaje marino, que es una invitación a la placidez y el sosiego.
El estilo oriental de inspiración Zen también es tendencia entre los cuadros fotoimpresos, como demuestra este gran Buda sedente, que resulta la viva imagen de la meditación.
Por cierto que se suele decir que la meditación es alimento para el alma, pero viendo a este Buda tan rollizo nos da la impresión de que también lo es para el cuerpo… Nosotros hemos pedido de comer lo mismo que él, por si acaso.
los hay atrevidos como una monja con minifalda y austeros como los Hombres de Negro de la comisión europea
El estilo urbano de ciudades, un clásico de los cuadros de lienzo impreso
Continuando con diferentes estilos de decoración actuales, el estilo urbano es uno de los blancos predilectos de los cuadros. Las ciudades son protagonistas habituales de los lienzos fotoimpresos y muy particularmente, Nueva York, como en este ejemplo que os mostramos.
Es que no sabemos que tiene Nueva York que nos fascina tanto. Bueno o sí lo sabemos: un montón de cosas fantásticas, como por ejemplo el puente de Brooklyn o el Empire State, que te gusta cada vez más, no importa cuantas veces lo hayas visto. Y si lo tienes colgado en tu pared, te acabas abonando.
Aunque hay quien dice que nos estamos americanizando tanto que pronto dirán que Zaragoza es la capital de Oregón… Pues en ese caso no te preocupes: tienes cuadros de París, Londres o de otras ciudades para que el estilo urbano no decaiga nunca.
Otras series apuestan por un minimalismo lleno de contrastes, como por ejemplo estos animales salvajes fotografiados en impresionantes primeros planos en blanco y negro. Una colección que Matías Prats sin duda definiría como “zoorprendente”.
Todos estos cuadros están fabricados con una tela de lienzo impreso anclada a un ligero y resistente bastidor de madera de 3 cm de grosor. Están pensados para colgarse tal cual vienen, sin tener que pasar por caros y molestos enmarcados.
Y precisamente la ausencia de marco es uno de sus atractivos, ya que hace que la mirada se fije directamente en la imagen, sin intermediarios, reforzando la impresión y el efecto decorativo.
El formato panorámico, otra posibilidad decorativa
Por cierto que un subgénero dentro de los lienzos son los de formato panorámico. Vienen siendo a los cuadros normales lo que Epi es a Blas: los que crecen a lo ancho y no a lo alto.
Es como tener Cinemascope en casa pero en versión lienzo, y ya sólo nos faltaría el Dolby Surround para flipar de verdad.
Están diseñados para hacer el cabecero de cama perfecto, ya que con sus 180 cm de ancho llenan toda la pared. También quedan espectaculares centrados encima de un sofá, aunque lo difícil es imaginar un lugar en el que no queden espectaculares.
En suma: haz feliz a tus paredes. Dales lienzos fotoimpresos y di adiós al aburrimiento.