Hasta hace bien poco las alfombras vinílicas o de PVC eran una cosa extraña y poco frecuente. Un concepto más extravagante que un yogur de sobrasada y más inexistente que la biblioteca de un ni-ni.
Pero el hecho es que las alfombras de vinilo han llegado del futuro, como la lejía, y además han llegado para quedarse.
Tienes en este post mucha información sobre las alfombras de vinilo, pero si tal vez has oído hablar de ellas pero no sabes de qué van, te hemos preparado este otro post en el que te resumimos…

Todo lo que necesitas saber sobre las alfombras de vinilo
¿De qué están hechas?
Las alfombras vinílicas están hechas de polímeros, como el polipropileno o el PVC.
El polipropileno por ejemplo es un material joven, aunque sobradamente preparado. Se creó en laboratorio, inventado por unos señores con batas blancas que se alimentan de revistas científicas y pizza recalentada.
Enseguida dio muestras de brillantez, ya que reunió desde pequeñito varias características importantísimas. Como éstas:

Resistencia
El polipropileno es enormemente resistente y ofrece una gran resistencia a la abrasión. Además es extraordinariamente flexible y maleable, lo que permite conseguir de él casi cualquier cosa (menos que te lleve el desayuno a la cama).
Ligereza
También es muy ligero y como además es reciclable solo era cuestión de tiempo que este material termoplástico comenzara a hacerse notar, multiplicando sus usos y posibilidades.
Ideales para alfombras
Y entonces alguien pensó que con las fibras de vinilo podrían hacerse unas estupendas alfombras. Es una de las grandes ideas de la historia, como el que pensó en echarle nata a las fresas o que Sergio Ramos subiera a rematar los córners.


¿Qué hace tan interesantes a las alfombras vinílicas?
1. Son resistentes y eternas
La duración de una alfombra de vinilo no se mide en años, sino en glaciaciones. Y respecto a su resistencia, ni Zipi y Zape y Pepe Gotera y Otilio juntos haciendo horas extras conseguirían romperlas ni deshilacharlas ni un tanto así. Nada les hace mella: ni viendo el telediario se desmoralizan.

2. Son finas y antideslizantes
Ya estén rematadas con cenefa de tela o termoselladas, las alfombras de vinilo presentan un grosor de tan solo unos milímetros, lo que es fundamental para conseguir ese aspecto de sobriedad moderna y urbana que las define. Son alfombras de “a ras de suelo”, que incluso facilita que muchas puertas puedan pasar por encima.
3. No acumulan polvo y se limpian con toda facilidad
El polvo y la suciedad tienen un paraíso: las alfombras de pelo, tanto más cuanto más densas. Pero a la inversa tienen también su infierno: las alfombras sintéticas, ya que no prosperan en ese ecosistema y se ven abocados a desaparecer. No hay otro tipo de alfombra que se limpie de manera más sencilla por cualquier medio: escoba, aspirador o incluso fregona. Por eso es la mejor alfombra para alérgicos.

4. Aptas para interior y exterior
Terrazas, porches y piscinas no tienen ya que suspirar por tener alfombras apropiadas. Porque las alfombras de vinilo tanto sirven para interiores como para el exterior, aguantando la intemperie sin pestañear. Frío y calor, verano e invierno, sencillamente lo aguantan todo. Incluso aguantarían escuchar los grandes éxitos de Luis Aguilé.

¿Dónde las puedo usar?
¡En cualquier sitio! Porque el espíritu de estas alfombras es tan universal que podríamos definirlas como la alfombra ecuménica.
Tal vez porque el vinilo vivió de pequeño entre tubos de ensayo, al comienzo de su trayectoria las alfombras de vinilo mantenían una vocación industrial que las hacía asociarse con ambientes y decoraciones muy definidos, por lo general profesionales y muy serios.

Pero eso ha cambiado.
Ahora ya no hace falta tener la sala de juntas de un despacho de notarios o la nave espacial de Darth Vader para decorar los suelos con alfombras de vinilo, porque su principal transformación ha sido la de adoptar una variedad de texturas y una gama de colores que están preparadas para vestir cualquier suelo ya sea de salones, habitaciones, pasillos o terrazas en las casas de hoy en día.

¿Te parece poco? Pues aún hay más:
Texturas y colores
Muchos colores y diferentes texturas te permiten elegir la alfombra adecuada para cada ambiente.
Cálidas y acogedoras
Además de diseños metálicos de estilo industrial, también tienes texturas cálidas y hogareñas.
Aptas para el maltrato
Mascotas, sillas con ruedas, niños… no hay maltrato que pueda con ellas.
Ideales para niños
Son las alfombras perfectas para habitaciones infantiles y juveniles.

Verlas es quererlas
Una vez las conozcas te encantarán y las puntuarás con tantas estrellas que te hará falta un astrónomo para clasificarlas.
De hecho, cada vez que eliges otra alfombra un gatito muere de pena. (Bueno, puede que esto último no esté demostrado científicamente).
Lo que sí está demostrado es que tus suelos son más felices con alfombras de vinilo.