Vamos a hablar de cómo decorar con estores enrollables y persianas venecianas de la manera más fácil y sencilla.
Por eso este post también podría titularse
Cómo no complicarse la vida con las cortinas
Veréis: resulta que las ventanas se parecen mucho a las personas, sobre todo en que les da mucha vergüenza andar desnudas por ahí, y enseguida están buscando algo que ponerse.
También se parecen en que lo que se ve a través de ellas es muy bonito a veces y otras no tanto, aunque eso lo dejamos para otro día.
Lo cierto es que da mucho corte andar por ahí como vinimos al mundo (a no ser que seas un concursante de Gran Hermano), hasta el punto de que solo lo haríamos en caso de necesidad, como por ejemplo si tuviéramos que elegir entre salir a la calle desnudos o sin móvil.
Vestir ventanas, un arte como vestir personas
Porque el instinto de cubrirnos es más básico que el tinto de verano, y el arte de vestirnos es uno de los pilares de nuestra civilización.
Y lo mismo les pasa a las ventanas: igual que las personas, su instinto primario es vestirse, poniéndose algo encima que las cubra y arrope, que las vista y decore con estilo y elegancia.
Y sobre eso se han edificado los pilares de la decoración de ventanas, con la invención de las cortinas, estores y persianas.
Claro que también a las ventanas les pasa como a las personas, que cuando se van a vestir lo primero que piensan es que no tienen nada que ponerse. Ya veis qué humanas son.
Y eso es porque la superabundancia de posibilidades de vestir y adecentar una ventana es tan abrumadora que seleccionar las cortinas o estores adecuados se convierte en un dolor de cabeza más grande que cuando el niño metió al gato en la centrifugadora después de bañarlo.
Es que para encontrar algo más variado en la naturaleza que las gamas de cortinas, estores y venecianas tienes que irte al guardarropa de la Pedroche.
Y esa superabundancia en ocasiones se convierte en un gran problema, porque para elegir bien te haría falta un centro de interpretación.
Decora ventanas sin complicaciones
Por eso queremos situar el foco en el extremo opuesto: en cómo conseguir una decoración de ventanas práctica, económica y eficaz con gran sencillez y efectividad, sin tener que recurrir a grandes alharacas (qué rayos será una alharaca).
Es decir, sin necesidad de dejarse un presupuesto mayor que el del AVE y sin tener que hacer más ecuaciones que un estudiante de exactas en día de examen.
Por eso queremos demostrar que muchas veces las mejores ideas son las más sencillas y que en cuestión de vestir ventanas,
Los estores enrollables y las persianas venecianas son la opción más a mano, vistosa y sencilla.
¿Por qué? Muy sencillo:
Pret-a-porter: listas para colocar
No puede ser más fácil: la coges, la pones, la disfrutas. De la caja a la pared, sin esfuerzos.
Para todas las ventanas
Muchas medidas disponibles para adaptarse a cualquier ventana. Colocación techo o pared.
Colores para todos los ambientes
Gama de colores para poner de acuerdo a cualquier decoración.
Estores lisos: multimedidas, multicolor y multiprácticos
Los estores enrollables son lisos, de opacidad media y por su naturaleza tranquila y sin estridencias nos permiten vestir y decorar ventanas dejando que el peso de la decoración descanse en el resto de los elementos.
Son el complemento imprescindible sin el cual el conjunto se desmontaría como por ensalmo, pero al mismo tiempo no les gusta ser protagonistas y quieren vivir sin llamar la atención más de la cuenta.
Para que nos entendáis, una especie de Sergio Busquets.
Son un canto a la sencillez, con su tela lisa pero con textura, su gama de colores completa y tranquila, su economía de compra y su facilidad de colocación.
Quitan dolores de cabeza a la hora de planificar la decoración de una habitación, y ese ibuprofeno que te ahorras.
Venecianas de aluminio, listas para vestir ventanas
Los estores o persianas venecianas son otro pret-a-porter de las ventanas, pero esta vez en formato láminas en lugar de tela enrollada.
Eso tiene la ventaja de poder graduar la luz desde la opacidad más absoluta hasta la claridad más diáfana, pero siempre consiguiendo evitar los rayos de sol directos.
Ofrecen un acabado más metálico, nada raro si tenemos en cuenta que son de aluminio.
Eso los hace perfectos para decoraciones y ambientes de estilo urbano e industrial, aunque por los mismos motivos que los estores enrollables, están destinados más bien a descargar el peso de la decoración en el resto del mobiliario, dejándose ver como un actor secundario.
Pero de esos que ganan Oscars.
En resumen, cualquiera de las dos soluciones son perfectas para quitarte un problema de encima: cómo conseguir por muy poco y con toda facilidad unas ventanas perfectas.