Las alfombras redondas son uno de los recursos decorativos más efectivos para vestir nuestros suelos, pero por algún extraño motivo es de los menos usados.
Porque tenemos alfombras de mil maneras, formas y texturas, pero la inmensa mayoría tienen formas cuadradas, rectangulares o alargadas.
Es como si las alfombras redondas fueran como ese amigo simpático que nunca consigue ligar.
Y desde luego, no porque no sean sexys.
Es bien extraño, porque la lista de cosas redondas en este mundo es inacabable: la tierra, las monedas de euro, el sol, los tomates, la luna, los balones de fútbol, las cerezas, las rotondas, la tabla del Rey Arturo, las lentejas, las bolas de billar, las medias naranjas, los donuts, las naranjas enteras, los anillos de Saturno, la cabeza de Paquirrín, Saturno, un fin de semana en París con tu pareja, el queso de bola, las miradas de los bebés…
Por eso los suelos y las alfombras redondas no deberían estar reñidos, como el placer y la salud, sino unidos, como el ruido y los niños.
Cada alfombra tiene su lugar: las alfombras redondas, también
Es cierto que las alfombras redondas no son para todos los sitios. Como los polos de rayas o los unicornios, tienen su lugar en el mundo, pero hay que saber cuál.
Porque a veces pequeñas causas logran grandes efectos.
O como lo expresó Dante mucho mejor, de una pequeña chispa sale una gran llama, y ese es el efecto que pueden conseguir las alfombras redondas en tu decoración, pero sin necesidad de llamar a los bomberos.
Digamos que se sitúan en la escala de las alfombras como los descapotables se sitúan en la escala de los coches: siendo distintos, originales y para un uso específico.
Las alfombras redondas tienen una gran ventaja sobre las alfombras cuadradas: no tienen esquinas. Es como si a una alfombra cuadrada le quitases las complicaciones.
Son sencillas, continuas, no tienen principio ni fin: son infinitas… redondas, en suma. Y han sido pensadas para hacer tus suelos redondos. En el sentido metafórico, claro está.
Medidas pequeñas y medianas para resultados grandes
Habitualmente vienen en tamaños medianos y pequeños, porque las alfombras redondas han aprendido que de lo que se trata no es de llenar grandes espacios.
Saben de sobra que eso lo hacen mejor las alfombras cuadradas, así que su misión en esta vida es diferente: la de complementar decoraciones vistiendo rincones, decorando ángulos, creando ambientes alternativos y diversificando entornos mediante la invención de nuevas posibilidades en las habitaciones y salones.
Encuentra tu sitio para las alfombras redondas
Por ejemplo, en todas las casas existe ese típico rincón olvidado de la mano de Dios. Ese lugar al que has dado mil vueltas y nunca queda bien; ese sitio que cada vez que lo ves te dan ganas de pensar “caramba, he visto traseros de hipopótamo más bonitos”.
Pues hasta ese rincón marchito puede volver a cobrar vida con la ayuda de una alfombra redonda, acompañada de algún complemento como una mesita, una lámpara, una planta o un jarrón.
También puedes combinar varias alfombras redondas pequeñas para crear conjuntos variados y llenos de color, que pondrán más alegría en tu hogar que que un after hours de la feria de Abril.
Muchas texturas y acabados
Hoy en día tenemos infinidad de texturas y modelos para nuestras alfombras redondas.
Por tipos, tenemos por ejemplo alfombras redondas de bambú, que aportan toda la calidez de la madera, la facilidad de limpieza de este tipo de alfombras y su base con antideslizante para que no se muevan del sitio.
También las tenemos de fibras naturales, como las hogareñas alfombras de yute o algodón. Igualmente con otras texturas y acabados muy prácticos, como las acogedoras alfombras de microfibra o las trotonas de polipropileno, cuando de lo que se trata es de decorar con resistencia y practicidad ilimitadas.
Cada lugar de la casa tiene su sitio para las alfombras redondas
Por piezas, no hay lugar de la casa en la que no podamos encajar una alfombra redonda.
Los salones y habitaciones están encantados de acogerlas como complementos para los espacios que queramos destacar de manera alternativa, buscando destacar un ambiente o rincón en particular.
El cuarto de baño se morirá por las suaves y gustosas alfombras de microfibra, de tacto tan acogedor que son un regalo para tus pies: tanto, que para disfrutar más tendrías que ser un delfín en mitad de un banco de arenques.
Hasta la terraza lucirá orgullosa sus alfombras redondas de bambú o polipropileno, sabiendo que resistirán mucho tiempo sin deteriorarse, decorando de manera vistosa y agradecida.
En resumen, es hora de pensar lo que las alfombras redondas pueden hacer por la decoración de tus suelos.