Estamos en una época en la que queremos cosas prácticas, vidas prácticas y hogares prácticos. Esta es la era de la practicidad.
Y la decoración en general y la de los suelos en particular tampoco se escapan a esta tendencia, de manera que para nuestros suelos queremos también alfombras prácticas. En este otro post tenéis por cierto más ejemplos de alfombras prácticas, con modelos concretos.


Alfombras prácticas para tiempos prácticos
Claro que estaréis pensando: antes de seguir, defíneme práctico.
Lo práctico se puede definir como aquello que nos arregla la vida. Aquellos objetos que nos solucionan un problema accesorio además de la utilidad principal, de manera rápida y eficiente.
Por ejemplo, un cuñado informático es práctico porque además de su función natural de dar la nota en las comidas familiares te configura el móvil antes de que te de tiempo a decir esternocleidomastoideo.
Y entonces le perdonas todo.



Y es que nos hemos acostumbrado a vivir rodeados de cosas praćticas, desde el queso precortado en lonchas hasta el clip, pasando por los coches que aparcan solos.
Bien es cierto que todavía faltan otras, como el paraguas-dron que te siga en el aire, se abra cuando llueva y nunca te lo olvides. O el ascensor con detector de vecinos cansinos.
Así que mientras llegan esos avances queremos mirar hacia abajo para fijarnos en nuestros suelos. En este otro post os ponemos más ejemplos de alfombras prácticas, pero ahora vamos a ver…
Cuatro tipos de alfombras muy prácticas que harán felices a vuestros suelos
1. Alfombras de bambú
Si definimos práctico nuevamente, pero aplicado a las alfombras, significa que queremos piezas que nos vistan el suelo de manera eficaz y solvente.
Es decir, con facilidad, economía y sin que tengamos que comernos mucho el tarro, que para preocupaciones y problemas ya tenemos la organización de las vacaciones.
Las alfombras de bambú consiguen precisamente eso: ser una solución sencilla, rápida y económica para vestir los suelos de manera cálida, natural y acogedora. No en vano son de madera, y por eso tienen madera de prácticas.
Garantizan un gran rendimiento incluso en lugares de trote intenso, y cuando tras muchos años de uso y abuso tengas que cambiarlas no te dolerá ni al bolsillo ni a tu decoración.



Como además son muy variadas y se presentan en multitud de texturas y colores ya son una alternativa para decorar suelos tan válida como la que más, pero eso sí, más práctica que ninguna.
2. Alfombras de algodón
El espíritu práctico aplicado a las alfombras tiene varias vertientes.
Una de las cosas que mejor definen a las alfombras de algodón es que por encima de todo, y a diferencia de otros tipos de alfombras prácticas, no renuncian a la decoración ni al diseño.
Como nos lo demuestran por ejemplo los diseños hidráulicos, inspirados en los suelos cerámicos o de baldosa tradicionales de décadas pasadas, que han sido recuperados recientemente para el diseño de alfombras de todo tipo.
La practicidad de estas alfombras se ve también en otras cosas. Por definición, las alfombras de algodón son naturales, se sienten como naturales y se disfrutan con toda la naturalidad del mundo.
Además de naturales son ligeras y dependiendo de la densidad del trenzado pueden tener más o menos cuerpo, o ser más o menos flexibles.




Las más finas y flexibles tienen la ventaja de que su lavado es tan sencillo como meterlas en la lavadora en un programa frío (no, un documental de pingüinos no es un programa frío) y listo.
3. Alfombras de vinilo
Si redefinimos nuevamente práctico como aquellas cosas equilibradas y carentes de problemas, entonces las alfombras vinílicas llevarían el premio Nobel a la practicidad.
Porque el equilibrio que nos muestran entre coste de adquisición, poder decorativo, resistencia y facilidad de mantenimiento es sencillamente imbatible.

De hecho no existe nada en el mercado que se le acerque, ni remotamente.
No acumulan polvo, son decorativas, se sienten naturales, son muy finas y antideslizantes, y sobre todo, duran toda la vida.
Las alfombras vinílicas son fieles, como esos amigos que no importa cuánto tiempo haga que no les ves, siempre se alegran de verte. Y tú de verles a ellos.
Por eso, si buscas práctico en el diccionario, deberían venir las alfombras de vinilo en primer lugar.



En resumen, si buscas el aspecto práctico a la hora de elegir una alfombra, apuesta sobre seguro con alguno de estos cuatro tipos.
4. Alfombras sintéticas antideslizantes
Estas alfombras son la resultante de varias premisas: son alfombras finas, son alfombras de pelo corto, son alfombras trotonas y son alfombras antideslizantes.
Si metes todo lo anterior en una máquina y la pones a centrifugar, te salen alfombras súper prácticas cuya principal característica es la de ser útiles de manera eficaz, decorativa y económica al mismo tiempo.

Finas para que las puertas puedan pasar por encima. De hilado con trenzado corto y fuerte para que sean robustas y no se deshilachen.
Trotonas porque sus fibras sintéticas están pensadas para resistir el paso de un ejército prusiano. Y la goma antideslizante, valga la redundancia, para que una vez puesta en el suelo no la mueva ni la deriva de los continentes.
Como son tan económicas como duraderas, no duelen en el bolsillo y en cuanto te canses de ellas no cuesta casi nada cambiarlas. Y permiten diseños como este infantil para que jueguen los peques.