Una de las dos grandes preocupaciones de la Humanidad ha sido cómo aposentar esa parte del cuerpo humano en el que la espalda dice adiós a su nombre.
La otra preocupación es que te llegue la wifi a toda la casa, pero esa no tiene arreglo.
Pero respecto a sentarse, asentar las posaderas de manera cómoda y relajada ha sido siempre una de las prioridades de nuestra especie y hacerlo decorando nuestras casas con espíritu práctico sí tiene arreglo.
Y para ello se han inventado mil y una maneras de hacerlo, adaptadas a todas las circunstancias posibles.
Podríamos decir que desde los tronos hasta los inodoros pasando por los sillines de las bicicletas, los traseros de la humanidad han merecido mucho mimo y atención.
Y ahí lo dejamos, que no es cuestión de entrar en detalles.
Pero si hablamos de sentarse en el hogar y además tenemos cierta preocupación por la decoración y las cosas de casa, veremos que sentarse no sólo es un acto utilitario y fisiológico, sino también decorativo.
Además, en casa no nos faltarán ocasiones para tener que sentarnos en cualquier momento de manera inopinada y por un largo rato.
Como por ejemplo cuando tienes que esperar sentado a que tu niño te obedezca y recoja los juguetes, o cuando tu pareja se está arreglando y te dice “5 minutos y ya estoy”, o cuando dices “voy a consultar un momentito el facebook y ya acabo”.
Por eso vamos a hablar de maneras de sentarse, pero no de las habituales como sillas y sofás, sino de otros muebles auxiliares que nos ofrecen maneras alternativas de sentarnos, decorando de otro modo.
5 maneras alternativas de sentarse
1. Sillas otomanas
Si Almodóvar le hubiera echado el ojo encima a esta silla otomana, butaca o descalzadora seguro que la habría usado en alguna de sus películas.
Aunque es todavía más moderna; esta butaca es un recordatorio de que en la decoración, la imaginación debe mandar y los convencionalismos conviene aparcarlos en ocasiones en el fondo del armario.
Tiene tantos colores que si la miras bien seguro que descubrirás alguno que no sabías que existía.
Es un asiento alternativo, sin respaldo, que tanto puede servir como descalzadora, para poner a los pies de la cama con la ropa del día siguiente, como pieza destacada del recibidor o simplemente para alegrarte el día por las mañanas cuando la veas.
2. Sillas de estilo Imperio
Si la butaca anterior se llamaba otomana porque se popularizó en Europa en tiempos del imperio otomano, no sabemos a qué imperio pertenece esta silla, aunque lo que es seguro es que va a decorar tu casa de manera imperial.
Aunque pensándolo bien podría ser la silla en la que en el Imperio Romano Livia, la mujer de Augusto, maquinaba cómo envenenarle en Yo Claudio.
Sea como sea, las sillas de este tipo son la manera más sencilla y barata que vas a encontrar de sentirte como Cleopatra esperando a Marco Antonio.
Hay que admitir que con piezas como esta conseguimos en nuestra decoración un estilo más ornamental que práctico, porque está claro que no la vas a usar como butaca para sentarte a ver tres temporadas seguidas de Breaking Bad.
Pero sí que la podrás usar para quitarte los zapatos, poner el bolso o simplemente mirar para ella, que para eso han venido al mundo estas piezas tan diferentes y originales.
3. Taburetes o puffs reposapiés
Un taburete puede ser todo lo humilde que quieras, pero sirve tanto para sentarse como un gran sofá. Y si además nos alegra la vista y nos decora de manera alegre y original, tanto mejor.
Por eso los taburetes o puffs rígidos son una alternativa imaginativa y diferente. Además de originalidad nos aportan movilidad, o, como diría un político, ‘soluciones itinerantes de sentabilidad’.
Porque un sofá no lo puedes andar moviendo por la casa, pero un taburete o puff rígido te sirve para sentarte en cualquier momento y lugar de la casa.
4. Puffs pera y puffs blandos
De las maneras alternativas de sentarse hemos visto algunas que, siendo sinceros, y si nos referimos a la comodidad, lo que se dice comodidad, no son indicadas para repanpingarse para ver la trilogía del Padrino.
Pero con los puffs blandos la cosa cambia. Puff pera o con respaldo, cualquiera de ellos te serviría para acomodarte contra tu asiento de tal manera que el único problema sería que acabes haciendo cuerpo y no te saquen ni con agua caliente.
Y ya puedes ver Juego de Tronos en plan maratón. Son juveniles, son desenfadados, son ligeros y portátiles y cumplen a la perfección con nuestra premisa: asiento y decoración al mismo tiempo.
6. Puffs con baúl o arcón
Los puffs arcón tienen la ventaja de que son pluriempleados, porque ordenan, decoran y sirven de asiento al mismo tiempo, aunque no por ello te van a costar más.
Rompen con una ley inexorable de la física que dice que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio. Porque estos puffs, con sus entrañas ofreciendo un gran espacio de ordenación, hacen coincidir en el mismo espacio pequeños objetos, el orden y la decoración práctica.
Puedes guardar por ejemplo los juguetes de los niños, y hasta los niños, si se tercia. Ya sabemos que a veces no es por falta de ganas…
Además, como manera alternativa de sentarse ofrecen un asiento cómodo y mullido y con sus estampados variados y llenos de fantasía son como lienzos para colocar en el suelo y mejorar tu decoración del mismo modo que un chorrito de coñac mejora la tarta de galletas.