El estilo industrial triunfa en la decoración de hoy en día con más éxito que unas chuches de la Patrulla Canina en una fiesta de cumpleaños infantil.
Aunque no todos los decoradores se ponen de acuerdo en qué consiste exactamente. Pero tampoco nadie sabe exactamente en que consiste la transubstanciación y no pasa nada.
Lo que está claro es que la decoración de estilo industrial no se basa en hacernos vivir en barracones victorianos de la época de la revolución industrial sufriendo las penalidades de Oliver Twist.
Tampoco consiste en que tengamos que vivir en una cadena de montaje rodeados de engranajes y apretando tuercas, como Chaplin en El gran dictador.
Lo que realmente pretende el estilo industrial en la decoración es conjuntar diversos complementos de decoración y materiales dispares como el metal y la madera, pero no de cualquier manera, sino de modo que la resultante sea una especie de armonización decorativa posmoderna, serena y sin elementos superfluos.
¿No habéis entendido nada? No os preocupéis, nosotros tampoco. Así que lo intentamos de nuevo, porque como decía Manquiña, ‘el conceto es el conceto’.
La decoración de estilo industrial
El estilo industrial viene siendo como aquella canción de Calamaro que decía: “no sé lo que quiero, pero sé lo que no quiero”.
Pretende ser un contrapunto a los excesos que muestran determinadas tendencias de decoración hacia el ornamento excesivo y recargado en las cosas de casa.
Pero al mismo tiempo no se basa en el minimalismo frío y carente de emotividad, sino que busca una vía intermedia en la que la decoración se sienta viva pero, para que nos entendamos, sin cocinarse en su propio jugo.
Es decir: que sin renunciar a la calidez y amenidad, quiere rebajar la intensidad de lo superfluo dejando lo esencial.
Es como si quieres hacer dieta pero no quieres renunciar al postre, y para ello haces un poco más de ejercicio y comes de todo pero un poco menos de cada cosa.
Lo definiríamos de la siguiente forma:
- Es un intento de racionalizar la gama de tonalidades superando el minimalismo cromático, una manera de buscar la austeridad pero sin caer en lo famélico.
- Es la evolución del camino que se inició con los loft, pero sin caer en el exceso de grandes espacios desangelados.
- Es un estilo que huye de lo blando pero que tampoco quiere clavarnos esquinas: es la decoración que ha entendido que no hace falta demostrar nada porque la esencia es lo importante.
Por eso el estilo industrial y la calidez del hogar no son ni mucho menos conceptos antitéticos, como por ejemplo hipopótamo y sutileza.
Al contrario, renunciando al abigarramiento pero manteniendo la diversidad, intenta crear ambientes acogedores y sugestivos.
Una conjunción de materiales y carácter
Si fuera una persona tendría carácter serio, pero no en plan aburrido como un notario sino interesante como Matt Damon en una peli de espías.
Si fuera un animal sería un caballo, ágil y brioso. Si fuera un coche no sería un utilitario ni un monovolumen, sino un SUV chulo, y si fuera comida se presentaría en el plato prescindiendo de salsas y grasas pero con toda la sustancia para chuparse los dedos.
Por eso al estilo industrial le gustan los materiales austeros pero a la vez sepan desarrollar una gran vida interior, como el metal y la madera como estandartes destacados.
Metal y madera tratados con acabados que no disimulen su origen y que no se avergüencen de sus rugosidades, sino que las muestren orgullosamente, igual que nosotros mostramos sin complejos nuestras arrugas y michelines.
El estilo industrial nos ha enganchado con multitud de complementos, accesorios de decoración y muebles auxiliares.
La escala cromática que le gusta al estilo industrial huye de estridencias y puede parecer un poco otoñal porque se mueve en la gama de los metales, marrones y negros como principal fuente de inspiración.
Pero no te dejes engañar: hay mucha vida en los ocres, castaños y colores metálicos, hay mucho brillo de metales bruñidos, hay mucha intensidad en los contrastes y mucha originalidad en los diseños.
Estanterías rotundas y contundentes. Aparadores originales con personalidad. Muebles auxiliares que son sinfonías de madera y metal.
Para el suelo, nada que case mejor con el estilo industrial que las alfombras de vinilo, síntesis perfecta del acabado metálico con la practicidad, la estética y la facilidad de uso.
Accesorios de decoración como percheros, mesas y paragüeros, relojes, espejos y decoraciones metálicas de pared, y un sinfín más de accesorios que nos permiten completar la decoración de nuestra casa con un estilo que está más vivo que nunca y que ha llegado para quedarse.
Y ahora, a industrializar tu decoración.