Llega el verano (es un decir) y apetece estar fuera. Aunque tampoco es que nos hagan falta muchas excusas para buscar el aire libre disfrutando del sol como camaleones y del aire como libélulas, ansiosos de salir de entre cuatro paredes.
El caso es que muchas veces apetece estar al aire libre pero no apetece salir de casa, y para eso no hay mejor solución que la terraza o el patio de nuestra propia casa. Y por eso necesitamos prepararla o decorarla, aunque sea mínimamente y de manera improvisada y temporal.
Así que ¿tienes una terraza infrautilizada? ¿Se ha convertido en un lugar inhóspito y tenebroso, visitado durante el invierno sólo por el polvo y por las arañas? ¿Un sitio que no decoras ni amueblas porque la mayor parte del año no lo usas?
Pero, ¿quieres sacarle partido en verano con el buen tiempo y disfrutarla un poco? ¡Que para eso el verano son dos días! (de hecho el año pasado cayó en jueves).
¿Y quieres decorarla pero te entran dudas? No te preocupes y deja las dudas para cosas profundas como ¿si se moja un cacahuete sigue siendo un fruto seco?
Decorar la terraza con cosas de casa
Por eso queremos hacer una recapitulación de cosas de casa, complementos de decoración y muebles auxiliares que tenemos en casa y que nos pueden sacar de un apuro a la hora de dar vida a una terraza de forma temporal… aunque si te convence el resultado tal vez lo dejes todo el año y se convierta en permanente.
Son complementos de decoración que ya son buenos cada uno por separado, pero que al combinarse todos juntos harán que tu terraza se sienta como Popeye después de comerse una lata de espinacas.
Comenzamos por el suelo: alfombras para terrazas
No es bueno empezar la casa por el tejado, de manera que empezamos a decorar la terraza desde abajo, empezando por el suelo. Y lo primero para darle a una terraza aspecto de lugar civilizado y poblado por seres humanos es una alfombra de exterior.
Claro que no cualquier alfombra sirve para una terraza.
La facilidad de limpieza, punto clave
Una terraza o patio pide una alfombra ligera, resistente, apta para exterior y fácil de limpiar. Hay varios tipos de alfombras que cumplen algunas de esas condiciones, pero si se trata de que las cumpla todas hay un tipo muy aventajado: las alfombras vinílicas.
Son resistentes como la que más. Y tienen diseños y coloridos de todo tipo para convertirse en el complemento perfecto e imprescindible para tu terraza.
Y con respecto a la limpieza, no tengas piedad en usar la fregona o incluso la manguera si se tercia. ¿Hay quién dé más?
Las alfombras de vinilo son muy resistentes en todo tipo de situaciones, especialmente en exteriores, porches y terrazas. se adaptan a la terraza y quedan completamente planas.
Igualmente las alfombras de polipropileno hacen unas estupendas alfombras de exterior: resistentes, impermeables y lavables, además de ofrecer diseños variados y decorativos. ¡No sólo son prácticas, sino bonitas!
O alfombras de bambú, muy finas, también ligeras y que se ven muy naturales en un hábitat de exterior o semi exterior. Y también tienen mucho colorido, que es lo que buscamos en una terraza de verano.
Algo para sentarse, por favor
Una vez tengas listo el suelo, necesitas algo para sentarte. Una terraza de verano pide cosas prácticas y poco formales: no se trata de vestir de etiqueta, sino de estar cómodos con bermudas y alpargatas.
Por eso necesitamos asientos prácticos, portátiles y sobre todo, muy cómodos. Y para eso nada mejor que los puffs y cojines de suelo.
Un buen puff es como una gabardina vieja: nunca te dejará tirado. Lo mueves de un sitio a otro de la casa sin rigideces, sin obligaciones y sin compromisos. O sea, como una hipoteca, pero al revés.
Un cómodo puff pera es perfecto si tienes espacio suficiente, pero si no un pequeño puff redondo o reposapiés te permitirá aposentar el trasero, los pies o ambas cosas (no al mismo tiempo, a no ser que seas contorsionista).
Puffs y cojines de suelo, los reyes
También te puedes sentar en puffs cojín, que son asientos auxiliares y portátiles muy cómodos y mullidos, fabricados con relleno de algodón que tiene la firmeza justa para sentarse con toda comodidad en largas sentadas sin que se venzan ni se vengan abajo.
Y si le añades grandes cojines de suelo para poder tirarte o acomodarte encima, todavía mejor, o una combinación de ambos tipos.
Sin salirnos de las cosas pensadas para sentarse, un par de pallets viejos combinados con grandes cojines de pallet te harán crear un asiento improvisado que rivalizará con el sofá más rimbombante que puedas encontrar.
Es la forma más fácil de crearte una gran butaca improvisada. Ya lo dijeron en mayo del 68: la imaginación al poder.
Otros complementos para la terraza
Una vez tienes algo en el suelo y algo para sentarte, poco más necesitas para decorar y completar tu terraza improvisada.
Lo principal es tener alguna mesita auxiliar para colocar las cosas, como las bebidas, el móvil, la tableta y los libros. ¿Hhmmm… hemos dicho el móvil? ¿Por qué no probamos a dejarlo dentro de casa y pasar un rato desconectados?
Que para eso la terraza es un espacio exterior.
Por lo demás, el número de complementos o accesorios de decoración que le quieras añadir va en función a tus necesidades y a tu imaginación.
Lámparas, plantas, estanterías, cuadros…
Por ejemplo, unos cojines bonitos para dar un toque cálido y acogedor. Y qué decir de las plantas, tanto naturales como artificiales, para aportar calidez y naturalidad.
Un portavelas te va a dar un aire cálido y relajante, especialmente si la vas a usar de noche.
O lámparas de ambiente, de cristal o de cualquier otro tipo, para conseguir un entorno diferente al de dentro de casa.
O una silla o butaca rígida y grande, si tienes espacio suficiente y optas por la comodidad más hogareña.
Y si tienes pared suficiente, prueba con algún cuadro fresco, con motivos florales o de paisajes con algo de sol, mar y mucho color.
Si necesitas estanterías, cualquier estantería que te sirva para el baño cumplirá su función a las mil maravillas, porque lo que sirve para el baño sirve para la terraza, ya que son accesorios pensados para la humedad y el trato duro.
Por eso cualquier estantería de bambú estará feliz de estar en la terraza.
Y quien sabe, después de esto puede que tu terraza te guste tanto que nunca más vuelvas a entrar en casa.