Decorar con puffs hoy en día es, más que una conveniencia, casi una obligación. Porque los puffs pueden hacer por tí y por tu decoración mucho más de lo que crees. Por eso hoy vamos a explicar qué tipos de puffs hay, para qué los puedes usar y lo que pueden hacer por tu decoración.
Hoy en día los puffs son una solución decorativa tan variada, amplia y diversa, que por sí mismos suponen un ecosistema que ríete tú del delta del Okawango.
Aunque no siempre fue así, porque cuando los puffs se inventaron en la Edad de Piedra la única materia prima que tenían era la roca y no veas cómo les quedaba la espalda.
Poco a poco los puffs se fueron perfeccionando, pero ni siquiera en el siglo XVIII la pobre María Antonieta tenía un puff adecuado para descansar su real cabeza, ni antes ni después de que se la cortaran.
En cambio hoy en día tenemos tal variedad de puffs y tan buenos como un jueves víspera de viernes festivo. Tenéis en este otro post información básica sobre los puffs, pero ahora nos vamos a poner un poquito taxonómicos, haciendo una hoja de ruta o un árbol genealógico de los puffs.
Puffs: las preguntas básicas
Lo primero que tenemos que preguntarnos al elegir un puff es:
- ¿Para qué lo queremos?
- ¿Quién lo va a usar?
- ¿En dónde lo vamos a poner?
- ¿Deberían reponer otra vez Verano Azul?
Realmente la última pregunta no viene a cuento y además es difícil de contestar, pero en cambio contestar a las tres primeras es muy fácil. Veamos:
Tipos de puff por su uso
1. Puffs tipo butaca
Son los puffs que queremos para sentarnos en el más amplio sentido de la palabra. Puffs que son émulos de sillones, que no se conforman con ser actores secundarios porque han estudiado el método Stanivslaski y saben hacer de butaca mejor que un sillón estilo Luis XV, pero aún más cómodos y desenfadados.
Son ligeros, confortables y elegantes, perfectos para salones, habitaciones y terrazas. Hay muchos tipos de estos, aunque el rey indiscutible es el puff pera.
2. Puffs reposapiés o taburetes
Estos son puffs que no queremos usar para grandes sentadas, sino para tener una o varias utilidades muy a mano cuando las necesitemos: asiento auxiliar rápido e improvisado, asiento para los peques (a los que les encantan, por cierto), reposapiés o taburete, o incluso mesita auxiliar para apoyar bandejas o para jugar a las cartas.
Son perfectos para… cualquier sitio, ya que más que muebles son comodines.
3. Puffs para tumbarse o para dormir
Como el ser humano es insaciable en búsqueda de la comodidad y la vagancia, los puffs también han evolucionado hacia grandes piezas pensadas para tumbarse, pero no a lo alto, sino a lo ancho.
Tanto con relleno de porexpán o polestireno como de espuma, estos puffs sirven de tumbona ocasional, de cama de emergencia o simplemente de complemento decorativo.
4. Puffs para decorar
Hay otros puffs que, además o incluso antes de su función principal quieren dejar clara su presencia, así en plan ‘porque yo lo valgo’.
Son puffs con vocación decorativa, o de vedette, puffs que de pequeñitos eran los friquis de la clase pero que de mayores, como el patito feo, eran los más destacados de todos. Déjales lucir palmito y no te arrepentirás.
5. Puffs híbridos de cojín
Es la era de los coches híbridos, así que no tiene nada de extraño encontrar híbridos entre puffs y cojín. Es como otros híbridos célebres, como el maripopótamo o el caracolcodrilo, pero más realistas y sobre todo más cómodos.
Son grandes cojines con relleno de algodón que no sabes qué hacen mejor: si servir de asiento o decorar. Seguramente las dos cosas.
6. Puffs rígidos con baúl
Los puffs con arcón están pensados para guardar cosas. Nacieron cuando alguien pensó que el espacio que queda debajo de nuestro… ehh… bueno, eso que tenemos al final de la espalda, alguien pensó, decimos, que ese espacio se podía aprovechar como caja de ordenación.
Y de repente, por el mismo precio, tienes un puff y tienes un arcón.
Tipos de puff por el usuario
Puffs infantiles
Los peques usan los puffs más o menos como los adultos: sentándose, tirándose o tumbándose encima. No obstante, los puffs para niños tienen algunos requerimientos específicos. Como que la tela sea antimanchas.
O que tengamos estampados alegres y divertidos. O que el puff sea de su tamaño, pensado para peques. Y que tenga doble costura reforzada, que ya sabemos cómo son…
Puffs para adolescentes y adultos
Es importante no equivocarse con la talla de los puffs para adolescentes, adultos y adultescentes, especialmente en los que queremos usar para sentarnos con la comodidad de una butaca.
Un puff debe tener la altura necesaria para sostener toda la espalda si queremos que realmente sea cómodo. Por eso los principales puffs, como el pera, tienen tallajes para elegir adecuadamente.
Puffs para orcos
Bueno, realmente, para qué os vamos a engañar: no se fabrican, porque apenas tienen demanda. Ellos se lo pierden.
Tipos de puff por el tejido y composición
Puffs para interior
La mayoría de los puffs son para interior, y la mayoría son de piel sintética. De la buena calidad de la polipiel dependerá la duración y la estética del puff a medida que se usa y envejece.
Por eso es fundamental que la polipiel sea fuerte, lavable, agradable al tacto y que el cosido sea resistente y no se abra por mucho que nos sentemos.
Puffs para exterior
Los puffs para exterior nos permiten disfrutar de todas las ventajas de los puffs, pero fuera de casa: en la terraza, en la piscina o en el jardín. La diferencia está en la piel, ya que un puff apto para exterior debe tener una piel dura y resistente como la de un elefante ( o casi).
Y después de la temporada de verano, los puffs regresan a dentro de casa, del mismo modo que los góticos regresan de las lejanas tierras del norte. Así que los podemos utilizar todo el año.
Puffs estampados
Los puffs con telas divertidas y originales se están imponiendo poco a poco, y no porque no haya surtido de colores y variedad de tonalidades entre los puffs lisos. Pero con los colores y estampados pasa como con los premios de la lotería: cuantos más, mejor.
Por eso tener puffs de tela estampada es un recurso, y no sólo para los puffs infantiles, sino también para los puffs de adulto.
Puffs impermeables
Si la polipiel o la tela estampada no es lo tuyo, o aún quieres más resistencia a la intemperie con un tejido que aguante el agua, la loneta impermeable viene en tu ayuda.
Son telas más rígidas que las normales, pero si quieres un puff con gabardina algún inconveniente tenía que tener. Pero a cambio nos permite disfrutar de un puff sin que le afecte la lluvia esporádica o las salpicaduras.
¿Y en dónde lo vas a usar?
Realmente es otra pregunta retórica, porque los puffs se adaptan a todos los hábitats, como los insectos y los que te quieren hacer cambiar de compañía eléctrica.
En las viviendas tanto les da una habitación, como un salón o una terraza, y en sitios públicos tanto les vale un vestíbulo, un rincón de juegos, una sala de espera o una lounge chill-out: como un perfecto caballero, un puff siempre sabe comportarse en cualquier circunstancia.
Otras características a tener en cuenta
No olvidemos, aun a riesgo de insistir, que un buen puff debe tener lo siguiente:
- Resistencia. Aun a riesgo de insistir, recuerda que un puff ha de tener la costura doble y reforzada, una tela resistente, trotona y de calidad para soportar el maltrato que sin duda le hemos de dar.
- Lavable. Tela antimanchas, polipiel lavable con agua y jabón, o incluso fundas que podamos meter en la lavadora son la mejor manera de asegurar que tenemos un puff con mucha vida por delante.
- Rellenable. Todo puff relleno con esferas de polestireno o bolitas de porexpán debe tener un cierre doble, para asegurarnos de que no pierde relleno, pero que a la vez facilite la operación de rellenado. Y ¡ojo! Asegúrate de que el relleno es de bolas enteras, no de viruta, o de otro modo tu puff se derretirá más pronto que un helado en el desierto.