Las alfombras sintéticas están creciendo con rapidez y se expanden más veloces que los rayos cósmicos y que las fake news por internet. Y no es por casualidad, sino porque cada vez tienen más ventajas, de las que os vamos a hablar aquí.
Existen más tipos de alfombras que variedades de quesos, sombreros extravagantes en las carreras de Ascott y maneras de preparar el arroz, y es que la humanidad se ha dedicado a vestir y alfombrar suelos con fervor desde aquél primer día en que un anónimo Cromagnon inventó las alfombras al poner una piel de bisonte en el suelo.
La pena es que como la mayoría no ha llegado hasta nosotros, no conocemos cómo eran en la antigüedad, lo que no habría ocurrido si hubieran empleado alfombras sintéticas, vinílicas o de polipropileno.
Durante los siglos las alfombras fueron orgánicas nada más, ya que no había capacidad para crear materiales sintéticos.
Por eso se confeccionaban con todo tipo de materiales naturales: cáñamo, lino, lana, algodón, seda, madera de bambú… y hasta alfombras mágicas (desgraciadamente, la patente la tiene Aladino y no la comparte con nadie, el muy ladino).
La evolución de las alfombras sintéticas
Pero la ciencia y los adelantos posibilitaron la creación de fibras en laboratorio que resultaron ser mucho más maleables, resistentes, duraderas y lavables que las fibras naturales. Habían nacido las alfombras sintéticas.
Que hoy en día las alfombras sintéticas, (vinilo, pvc, poliamida, polipropileno, etc) estén ganando adeptos y terreno en el mercado no es casual.
Por decirlo de manera muy resumida, las alfombras sintéticas tienen casi todas las ventajas de las alfombras orgánicas y casi ninguno de sus inconvenientes. Para que lo entendáis, exactamente al revés que un quad, que tiene todos los inconvenientes de una moto y ninguna de las ventajas de un coche.
Pero vamos por partes.
Los materiales de las alfombras sintéticas
Las alfombras sintéticas se comenzaron a fabricar a mediados del siglo pasado, tomando como material principal el poliéster.
Con el poliéster se consiguen hilados muy similares visualmente a los tejidos orgánicos y consigue alfombras muy lucidas y vistosas.
Aunque el gran avance de las alfombras sintéticas ha llegado con la evolución de materiales como el PVC, el polipropileno, el vinilo y la amplia gama de alfombras de poliamida, muy resistentes incluso para uso comercial.
El polipropileno es uno de los materiales más fantásticos para elaborar alfombras sintéticas. Él lo sabe pero si le preguntas no te lo va a decir; es muy modesto.
Pero nosotros sí te vamos a explicar por qué es un material extraordinariamente flexible, maleable y resistente, y por qué es mejor que un lunes festivo.
Hablamos de maleabilidad, flexibilidad y resistencia. Si cada una de esas cualidades por separado ya están muy bien, cuando las juntas tenemos alfombras de polipropileno que destacan por su duración, resistencia y textura, sin tener que renunciar a ninguna de estas cualidades por compromiso con las otras.
El polipropileno y materiales similares como PVC crean una gama ecléctica de alfombras de diversas texturas.
Es posible que te confundan los diferentes términos, ya que las alfombras sintéticas de este tipo pueden recibir varios nombres: alfombras vinílicas, alfombras de polipropileno, alfombras de PVC, alfombras teplon y varios más
Mismo material, varios tejidos
Se trata de variaciones que reflejan diferentes maneras de tratar el material y en ocasiones marcas comerciales, pero ello no afecta al fondo del producto: ser alfombras sintéticas capaces de ofrecer una gran decoración y un alto rendimiento.
La maleabilidad del polipropileno hace que se puedan trenzar con él alfombras de varios tipos.
Con hilado grueso se fabrican alfombras con acabados muy texturados que admiten muchos trenzados y acabados diferentes (alfombras de vinilo, teplon y similares).
Pero la maleabilidad del polipropileno le permite que también se pueda trenzar en hilos tan finos como los de la lana o el algodón o cualquier material orgánico.
De modo que se pueden hacer con este material todo tipo de alfombras, tanto de pelo como de nudo.
Por tanto, con el polipropileno se consiguen alfombras visualmente indistinguibles de las alfombras orgánicas e igual de cálidas y acogedoras.
En resumen: del mismo modo que el perro hace guau, el gato miau y el pulpo hace una tapa estupenda con pimentón y aceite de oliva, el polipropileno hace unas estupendas alfombras.
Virtudes de las alfombras sintéticas
El hilo de polipropileno, sea cual sea el trenzado con el que se confeccione la alfombra, es un material completamente impermeable y refractario al agua. Pedirle al polipropileno que absorba el agua es como pedirle a un hipopótamo que coma con la boca cerrada: un empeño inútil.
Esta característica tiene varias consecuencias muy interesantes.
Facilidad de limpieza
Como no se empapa y ningún líquido puede nunca meterse en el tejido, estas alfombras sintéticas son mucho más fáciles de limpiar que las alfombras de tejido orgánico.
Otras alfombras sí absorben los líquidos, y por tanto se hinchan, deforman y ensucian con mucha más facilidad.
Las alfombras de vinilo y polipropileno, por el contrario, no se empapan, no se hinchan y no se pudren aunque se mojen.
Lo cual las hacen estupendas no solo como alfombras de interior, sino también para las terrazas y jardines.
Impermeabilidad y estanqueidad
La impermeabilidad tiene varias vertientes, y no hay que confundirla con la estanqueidad.
Si bien todas las alfombras de polipropileno, vinilo, y pvc son impermeables, algunas de ellas son, además, estancas.
La diferencia está en el trenzado.
Las alfombras de polipropileno de hilado fino, aunque son impermeables y por tanto, se pueden mojar, sí que dejan calar el agua.
De modo que cuando se te vierta un vaso de refresco, aunque la alfombra no se empape, el líquido pasará al suelo.
En cambio, en alfombras de vinilo con base de goma, toda la pieza está termosellada y fundida en una única lámina de 3 mm de grosor que no sólo es impermeable sino estanca, es decir que el líquido que caiga en la alfombra no va a llegar al suelo.
Resistencia y uso intensivo
La gran ventaja de los tejidos sintéticos sobre los orgánicos es la resistencia, en sus dos vertientes: la capacidad de resistir la abrasión y la presión, por un lado, y la capacidad de soportar un uso intensivo, por otro.
Para que nos entendáis, las alfombras sintéticas son alfombras a las que puedes sacar de su zona de confort.
Por eso son indicadas para zonas de mucho trote y mucho paso: porque aguantan lo que otras no aguantan. No importa cuánto sea el pisado o el paso de gente, las alfombras de polipropileno resisten y duran y duran, hasta el punto que son la envidia del conejito de Duracell.
Los pasillos transitados, por ejemplo, es donde una alfombra demuestra su resistencia, y ahí las alfombras sintéticas y de polipropileno no tienen rival.
Para uso de sillas con ruedas en estudios y despachos, pocos o ningún tipo de alfombra va tan bien como las alfombras sintéticas, que con su resistencia a la abrasión y a la presión aguantan las ruedas comunicando además una agradable suavidad de roce.
Y también resultan mucho más prácticas y efectivas para mascotas y dormitorios infantiles y juveniles.
Perfectas para uso profesional y exterior
Despachos y sitios públicos
Cuando proyectamos espacios públicos y profesionales como despachos, oficinas, vestíbulos, salones de eventos y exposiciones, hospitales, hoteles, spas y un largo etcétera, las alfombras sintéticas, de vinilo y polipropileno no tienen rival en cuanto a durabilidad y resistencia.
Sin olvidar que las personas encargadas de la limpieza lo van a agradecer, porque no acumulan suciedad y se limpian con cualquier medio, seco o húmedo.
Uso en exteriores
La resistencia de los materiales sintéticos se ve de manifiesto especialmente en exteriores, en donde la vida de una alfombra orgánica se mediría en unos pocos telediarios.
En cambio, las alfombras de polipropileno, vinilo y están preparadas, como Frank de la Jungla, para la vida en el exterior.
Lidiando con la intemperie, el sol, la lluvia y todo tipo de animales, tanto de dos como de cuatro patas.
¿Y si hacemos la alfombra a medida?
Córtala a la medida que necesites
Si a todas las ventajas de las alfombras sintéticas además le añadimos la posibilidad de encargarlas a la medida, entonces es como añadirle nata a las fresas.
Muchas veces, tanto en uso doméstico como en uso público o profesional, las medidas estándar de las alfombras no nos son útiles y necesitamos el corte a la medida.
Muy particularmente en los pasillos necesitamos la mayoría de las veces una medida exacta que no conseguimos conjuntando varias.
Por eso que muchos modelos de alfombras sintéticas o de vinilo permitan confeccionarse a la medida y al centímetro exacto que necesites es un gran avance.
Resumiendo: no es de extrañar que las alfombras sintéticas nos abran nuevas vías de vestir y alfombrar nuestros suelos. Descubre en tu casa las alfombras con todas las ventajas de las alfombras tradicionales y ninguno de sus inconvenientes.