Las alfombras redondas nunca se habían ido, pero siempre están de vuelta. Y perdonar el juego de palabras, pero es que a ningún otro tipo de alfombra le puedes dar la vuelta alrededor, como quien da la vuelta al mundo.
Las alfombras redondas son las alfombras en las que no estás pensando cuando piensas en alfombrar y decorar suelos.
Porque por alguna razón, cuando queremos alfombrar una habitación o un salón nos viene a la cabeza la idea de una alfombra cuadrada, como si fuéramos refractarios al círculo.
Sin embargo, las alfombras redondas tienen una característica que las hace especiales: no tienen esquinas. Eso es tan obvio como decir que Del Bosque tiene bigote, pero su falta de esquinas es clave.
- Porque sirven para alfombrar suelos de una manera más suave, integradora y aprovechando mejor los espacios que las alfombras cuadradas.
- Porque hace que se puedan meter en rincones en los que las alfombras cuadradas no caben o no quedarían bien.
- Porque se integran con dulzura y amabilidad en donde las alfombras cuadradas van pinchando con sus esquinas, peleándose con las puertas, con los muebles y hasta con el del butano.
Nuestras protagonistas, en cambio, se llevan bien con todo el mundo, como Tom Hanks, y a diferencia de los tertulianos de Sálvame, no se pelean con nadie.
En dónde colocar una alfombra redonda
Debajo de las mesas redondas
El primer lugar (muy obvio) es debajo de una mesa redonda. Porque mesa y alfombra se van a complementar como si formaran un solo cuerpo.
Una mesa de comedor redonda pide a gritos (o a susurros, que son muy educadas) una alfombra redonda, eso sí, guardando la debida proporción de tamaño. Porque es importante que quede espacio suficiente para que al retirar las sillas no nos salgamos de la alfombra.
Ya hemos hablado de las medidas correctas para alfombras en este post si tienes dudas.
Una mesa redonda que no sea de comedor, como una mesa camilla de una sala de estar, puedes colocarla sobre una alfombra rectangular grande que cubra todo el salón, pero también puedes aislarla y hacer un rincón con una alfombra redonda específica para ella. Sería una elección perfecta.
En los rincones y zonas muertas de salones y habitaciones
Por algún motivo las alfombras redondas encajan como anillo al dedo en los pequeños rincones. En esos lugares de la casa en donde se hace una pausa y la decoración se detiene como en un remanso.
Lugares de descanso, de reflexión, de juegos o de reposo en los que parece que una alfombra redonda nos crea un espacio reservado más centrado y personal. Por ejemplo, acompañando a una butaca de lectura, o a una silla de costura.
En esos espacios que nos quedan cuando hemos decorado “lo gordo” de la estancia y no hemos prestado atención a ese rincón en el que nos quedaría pintiparada, acompañada de una mesa auxiliar redonda u otros complementos redondos como sillas o puffs.
Ya ves que la redondez o circularidad se busca y se refuerza a sí misma. ¡Viva 2πr!
Las alfombras redondas tienen la virtud de “centrar” las cosas: de señalar espacios que tienen un centro y se van abriendo en círculos irradiando su influencia.
Solas o en compañía de otras, combinando espacios
Si una alfombra redonda no encaja por medidas en una habitación alargada, no las descartes todavía.
Porque esta es otra gran característica de las alfombras redondas: son muy sociables y no solo no les molesta la compañía de otras, sino que es fácil y divertido crear un espacio combinando varias.
Por ejemplo en habitaciones infantiles o en pasillos a modo de puente, dos o más alfombras circulares combinadas pueden quedar mejor que una alfombra rectangular grande.
En cambio, intenta hacer eso con alfombras cuadradas y… como que no. Será cuestión de carácter.
Tipos de alfombras redondas
Encontrarás tantos tipos de alfombras redondas como de alfombras en general, aunque hay que decir que la mayoría de los modelos de alfombras no incluyen formas redondas en sus gamas.
Hazlas a la medida
Lo cual es una pena, pero aun así no será difícil encontrar la alfombra adecuada. Y si no la encuentras hecha, las alfombras a medida nos ofrecen sus amplios catálogos para confeccionar alfombras circulares de muchísimos tipos.
Vemos algunos:
Alfombras redondas de vinilo
La versatilidad de las vinílicas es enorme ya que con una enorme cantidad de colores nos permiten componer nuestra alfombra redonda a medida con la imaginación como único límite.
Tienen varias características destacables. En primer lugar, son muy planas y apenas levantan del suelo más que 3 ó 4 mm de grosor. Como tienen la base de goma no se mueven. Son súper resistentes y para limpiarlas te vale incluso una fregona, y tira millas.
Una alfombra redonda de vinilo es perfecta para servir de base a una silla con ruedas en un estudio o lugar de trabajo, por ejemplo.
Porque no se va a deteriorar con las ruedas y creará un espacio perfecto para la silla, que podrás complementar con otra alfombra redonda en otro lado de la habitación.
Alfombras redondas con pelo
Si te gustan las alfombras de pelo largo, pocas alfombras hay más clásicas para hacerla redonda.
Son doblemente acogedoras, en primer lugar por su pelo más o menos largo o más o menos denso, pero siempre hogareño y suave, de los que piden que las pises con los pies descalzos.
Y en segundo lugar por su forma redonda, que tiene un encanto único y un ensamblaje con el ambiente mucho más integrado que las alfombras cuadradas.
Las alfombras a medida nos ofrecen infinicientas variedades de alfombras con pelo para configurar con forma redonda.
No solo con pelo largo, sino mediano y corto, con mil y un acabados, densidades, colores y texturas. Si quieres una alfombra lisa, el límite es la imaginación.
Alfombras redondas de yute
Las alfombras redondas de yute son un clásico intemporal para decorar los suelos de entradas, dormitorios y rincones con estilo étnico y colorista. Aportan una gran calidez y un toque más hippie o naif.
Las mandalas son unas de las combinaciones más utilizadas en alfombras redondas, ya que por definición las mandalas son diseños circulares y radiales, que ocupan toda la alfombra con estampados llenos de encanto.
Alfombras redondas de polipropileno
El polipropileno, también llamado sisal sintético, es un material perfecto para hacer alfombras de todo tipo: cuadradas, redondas, pasilleras o como sea que las necesites, gracias a su resistencia infinita, su versatilidad y su facilidad de limpieza.
Tanto en interiores como a la intemperie tendrás una alfombra llena de textura y encanto circular, con aspecto y tacto similar al sisal, solo que muchísimo más práctica y resistente.
Escoger las medidas adecuadas de las alfombras redondas
Para escoger adecuadamente el tamaño de una alfombra redonda tenemos que tener en cuenta que no tienen esquinas, por lo cual el impacto visual es menor que el de las alfombras cuadradas de la misma medida.
Con una simple operación matemática lo entendemos: una alfombra cuadrada de 2 metros de lado mide 2×2 = 4 m² de superficie. En cambio, una alfombra circular de 2 metros de diámetro tiene una superficie de π por el radio al cuadrado, es decir, 3,14 m².
Eso significa que si queremos igualar el impacto visual necesitaríamos una alfombra de por ejemplo 2,25 m de diámetro, que tendría una superficie de 3,97 m².
Es decir, la misma superficie pero repartida visualmente de otro modo, que al ser redonda y no tener esquinas se ve mucho más integrada y suave a la vista.
En esta imagen entenderás visualmente lo que queremos decir, que te evitará errores a la hora de afinar la medida que necesitas.
Es muy importante tener esto en cuenta, ya que el principal error que se comete al comprar alfombras redondas es escogerlas demasiado pequeñas.
En suma: esperamos haberte aportado ideas sobre un tipo de alfombra que, aunque no sea el que habitualmente pensamos, nos ofrece un montón de oportunidades decorativas.