Decir que el mueble auxiliar te auxilia es una redundancia, como cuando decimos «lo ví con mis propios ojos», «breve resumen» o «ministro incompetente». Pero aunque suene redundante hoy queremos hablar de cómo te auxilia el mueble auxiliar y por qué es el aliado perfecto para tu casa.
El mueble auxiliar es aquél que se mete en cualquier sitio, el que te va como anillo al dedo en ese rincón desaprovechado en el que no te cabía nada, el que sirve tanto para un roto como para un descosido, y el que, a lo tonto a lo tonto, te va amueblando una habitación, una cocina o un baño casi sin darte cuenta.

Como su propio nombre indica, no es el mueble principal, sobre el que cimientas tu amueblamiento, estilo y decoración, sino el que complementa y da el toque final a tu casa y, en muchas ocasiones el que acaba por definir el ambiente y la personalidad del conjunto.
Por eso, si el mueble auxiliar fuera alimento no sería el solomillo, sino la salsa y el perejil. Si fuera postre sería la guinda de encima de la tarta.
Si fuera actor no sería el protagonista sino el actor secundario (pero a veces más guapo que el prota). Si fuera coche no sería una gran limusina sino ese utilitario que aunque pequeño es chulo y molón.


El mueble auxiliar: variado y polivalente
La polivalencia es el arma principal de los muebles auxiliares (para los millenials: polivalente significa «multifunción»). Porque bajo esa definición tan genérica de mueble auxiliar se encuentran muebles especializados tan dispares como estanterías, cajoneras, percheros, muebles de TV, aparadores, sillas, mesas, puffs y biombos, por citar solo algunos.
Vamos a repasar cinco tipos de mueble auxiliar y cómo te pueden ayudar.



1. Aparadores y consolas: el eterno mueble imprescindible
Los aparadores, cómodas, muebles de recibidor o consolas (para los millenials: una consola no solo es una terminal informática de juegos de ordenador) son de los muebles auxiliares que han de estar siempre presentes en nuestra casa. Una casa sin aparadores sería como una empanada de bacalao sin pasas: técnicamente posible, pero evitable a más no poder.

Este tipo de muebles nos ayudan a vestir y decorar prácticamente cualquier lugar de la casa. En el recibidor, por ejemplo los muebles de media altura en los que poder depositar las cosas cuando llegamos a casa, que además incorporen uno o varios cajones son prácticamente imprescindibles.
En el dormitorio una cómoda es también un ingrediente más imprescindible que el huevo para hacer tortilla. Y en el salón y el comedor necesitaremos aparadores de diverso tipo como complemento a los muebles principales.



Por ejemplo, los muebles bajos y anchos son el soporte perfecto para televisiones. Pero sea cual sea el uso que les demos, si los elegimos bien, como decíamos antes, los actores secundarios pueden volverse protagonistas.
En madera, en metal, de estilo clásico, vintage o industrial, un buen aparador le dará sentido al espacio que ocupa sirviendo al mismo tiempo de espacio de ordenación.
Hasta la cocina necesita muebles tan apetecibles y espectaculares como botelleros o buffets, con huecos prácticos llenos de utilidad, tanto de puertas correderas como de bisagra.



2. Cajoneras: el mueble comodín
Pocos muebles auxiliares hay tan versátiles y variados como las cajoneras. De hecho, en variedad, sólo le superan los tatuajes de los futbolistas. Hay cajoneras de espíritu ordenado, otras con alma decorativa y también las encontrarás con espíritu a medio camino entre lo práctico y lo estético.



Su función es la de aportar orden allí donde no lo hay y la de aprovechar pequeños espacios para vestirlos como se merecen, pero a la vez dejando la nota destacada de decoración. Así, y del mismo modo que Busquets entrega siempre un balón mejor que el que recibió, una buena cajonera nos tiene que devolver un ambiente más bonito y acogedor que el que teníamos antes.

Es uno de los muebles más agradecidos, en el sentido de que, bien elegidos, nos dará la mayor cantidad de decoración posible en relación a su tamaño y coste. La mayoría se pueden trasladar con facilidad, sirviendo así de mueble comodín que nos puede ser útil en diversos lugares.
En los dormitorios es donde más imprescindibles se hacen, como complemento a la cómoda principal, o para usar como mesilla de noche.
3. Estanterías: orden y concierto



Las estanterías son uno de los muebles auxiliares más usados, y no solo como librerías, que es su uso más natural, sino como soporte a figuras, macetas, cajas, ropa y mil y un objetos que tenemos en nuestras casas.
Es también el mueble más utilitario y eso nos permite elegir entre estanterías prácticas enfocadas sobre todo en la utilidad y otras más elaboradas, pensadas para decorar con estilo, color. y carácter. Estanterías de madera, de estilo industrial, de forja…



Saber escoger sabiamente las estanterías es tener un aliado para mejorar no sólamente nuestra ordenación del hogar, sino nuestra decoración. No veas a las estanterías como un mal necesario que no puede hacer nada por tu decoración, sino un complemento al que se le puede sacar mucho partido.
4. Mesas y sillas: busca el toque diferente

Lo normal es que en una casa tengamos una mesa principal que nos sirva de comedor, con sus sillas correspondientes. Pero además, tendremos en casa varios espacios o rincones a los que podremos dar nueva vida con sillas y mesas auxiliares.
Sillas y mesas con los que crear rincones especiales, que se salgan de la línea principal de la decoración y creen espacios llenos de encanto. Podemos utilizar sillas, pero también puffs, y una pequeña mesa que complemente ese espacio y en el que pasar horas leyendo, viendo series o mirando a las musarañas.
El límite es la imaginación, pero seguro que en cada casa hay un lugar que podemos aprovechar con una silla especial y su mesa auxiliar complementaria para crear un bonito espacio.



5. Biombos, baúles y muebles especiales
En este apartado englobamos una gran serie de muebles auxiliares que ha nacido para aportar soluciones a problemas específicos o que destacan nada más (y nada menos) que por su originalidad. Muebles que se salen de lo corriente, pero no por el mero gusto de ser llamativos, sino por aportar imaginación, diseño y encanto.



Los biombos son una de las piezas de mobiliario auxiliar más útiles, porque combinan la plasticidad de un gran lienzo con la posibilidad de crear de la manera más fácil un espacio de intimidad reservado, para vestirse, dormir, trabajar o descansar.

Hay otros muebles auxiliares que se han propuesto simplemente epatar y provocar la sorpresa, convirtiendo un mueble bar en furgoneta, una estantería en un televisor vintage, un paragüero en violonchelo… son maneras originales de decorar y colocar en nuestra casa algo que se sale de la norma y crea un punto de atención, originalidad y variedad.



En resumen, si crees que con la compra de los muebles principales de la casa la decoración está resuelta, piénsalo otra vez y verás que los muebles auxiliares, bien escogidos, pueden convertirse en los reyes de tu decoración y marcar la pauta de tu estilo y ambiente.