Es un hecho: las alfombras de polipropileno son la nueva generación de alfombras modernas para todo uso. ¿Cómo ha ocurrido? Lo vemos.
Desde que el mundo es mundo, es decir, desde que Raphael cantó por primera vez el ro-po-pom-pón, la Humanidad ha confeccionado alfombras. Y para decorar y vestir suelos se han inventado a lo largo de los siglos infinidad de materiales para su confección.
Pero hemos tenido que esperar al siglo XXI para que haga acto de presencia el polipropileno como materia prima para la elaboración de la nueva generación de alfombras sintéticas y vinílicas.
El nombre no es sencillo, pero puedes llamarlo Poli, que no se va a enfadar. Es un material vinílico y sintético, joven, pero sobradamente preparado. Y aunque no era el más popular del instituto, ahora que es mayor hace grandes alfombras.
El novato no ha llegado tímidamente, como pidiendo perdón por ser el nuevo de la clase, sino que ha venido a por todas, como Messi cuando encara la portería rival y a los defensas rivales no les queda más que santiguarse.
Alfombras de polipropileno: evolución constante en materiales
Para explicar el por qué de su éxito hay que entender la paulatina evolución de los materiales en la confección de alfombras, que ha transitado desde los orgánicos –pieles, lana y algodón, principalmente– a las fibras sintéticas como el poliéster y distintos tipos de materiales artificiales.
El problema es que hasta hace bien poco era difícil encontrar una alfombra de material sintético que resultara tan versátil, cálida y acogedora como las orgánicas.
Ya no.
Porque la investigación constante en materiales ha acabado por desarrollar fibras vinílicas como el polipropileno que tienen grandísimas cualidades, que, si cada una por separado ya son buenas, todas juntas son extraordinarias.
Por cierto que este tipo de alfombras no solo tienen una gama amplia en alfombras ya hechas, sino que las alfombras a medida presentan una enorme variedad de alfombras de polipropileno de distintos tamaños y materiales.
Las virtudes del polipropileno para la confección de alfombras
Lo que hace al polipropileno tan especial y tan indicado para fabricar alfombras sintéticas es la conjunción de tres características: resistencia, maleabilidad y estanqueidad. Las analizamos:
1. Resistencia a la abrasión
La resistencia a la abrasión permite hacer un uso intensivo del material sin deterioro. Dicho de otra forma, son alfombras que duran. Y duran. Y duran.
Eso significa que con el polipropileno se pueden confeccionar alfombras vinílicas pensadas para uso intensivo, tanto doméstico como público y comercial.
Es decir, que por fin hay alfombras que cambiarás no porque estén viejas y deterioradas, sino porque simplemente quieres otras nuevas.
Y que por ejemplo, ya no tendremos que rompernos la cabeza con qué alfombra compraremos para poner debajo de una silla con ruedas.
2. Maleabilidad
La maleabilidad, o facilidad para trabajar este material de muchas maneras, permite hacer alfombras bien con trenzados gruesos o hilados finos y flexibles.
Lo cual significa que igual que las alfombras de tejidos orgánicos, la variedad de tipos y texturas de las alfombras sintéticas está casi a la par con la de las alfombras convencionales.
Ya no hay límites para aplicar la creatividad en los diseños, ni para conseguir tejidos diversos, variados y con una enorme amplitud de estilos, acabados y variedades.
Eso hace que las alfombras de polipropileno sea una de las familias de alfombras más diversa que existe hoy en día.
3. Estanqueidad e impermeabilidad
Estanqueidad para que sea completamente impermeable y por tanto, los líquidos no penetren en el tejido. Es decir: que se puede mojar y al no absorber el agua la alfombra no se pudre ni se estropea.
Eso tiene dos consecuencias fundamentales. En primer lugar, las alfombras sintéticas de polipropileno y vinilo se pueden colocar en exteriores, ya que el agua no les afecta.
En segundo lugar, la limpieza es tan sencilla como tú quieras. Se pueden limpiar con aspirador como cualquier otra alfombra o con el robot ya que la mayoría son muy finas y resistentes.
Pero lo mejor es que se pueden limpiar con agua, y si la tienes en la terraza o el jardín, directamente con manguera (sin presión) si hace falta.
Todas las ventajas de las alfombras de tejido orgánico y ninguno de sus inconvenientes
Con estos antecedentes es fácil entender por qué se hacen alfombras de polipropileno tan fantásticas (puedes llamarlas también alfombras vinílicas o alfombras sintéticas).
Todo esto que estamos diciendo nos lleva a la siguiente conclusión: que las alfombras de polipropileno consiguen combinar todas las ventajas de las alfombras orgánicas pero sin ninguno de sus inconvenientes.
Es decir, la estética y apariencia del yute o el sisal, por ejemplo, pero sin las complicaciones con la limpieza y el mantenimiento y la duración limitada.
Variedad de colores, texturas y acabados, facilidad de limpieza, resistencia, duración, aspecto acogedor y hogareño…
Además, la mayoría de las alfombras de polipropileno son alfombras sin pelo, lo cual las hace muy finas y evita que alberguen o acumulen el polvo y la suciedad que habitualmente, y de manera inevitable, acaba habitando en el fondo de las alfombras con pelo.
Esta característica es especialmente interesante para personas con alergias, para las que las alfombras sin pelo y fáciles de limpiar son casi una obligación.
Alfombras polipropileno: texturas para todos los gustos
Por texturas y acabados podríamos dividir las alfombras de polipropileno en dos grandes grupos: las alfombras de polipropileno propiamente dichas (de hilado trenzado) y las alfombras de vinilo, que son casi una categoría aparte.
Alfombras trenzadas de polipropileno
Las alfombras de polipropileno son alfombras hiladas y trenzadas como cualquier otra alfombra orgánica y convencional.
Por eso, aunque sean alfombras de tipo vinílico, que no te engañe su aspecto, que es como cualquier otra alfombra de lana, algodón o cualquier tejido orgánico.
Son prácticamente indistinguibles, de ahí que mucha gente no sepa que esa alfombra que tiene delante es tan bonita como si fuera de sisal, pero es de polipropileno, pero infinitamente más práctica y resistente.
Y aunque cueste creerlo a simple vista, este tipo de hilados se realizan con el mismo material que las alfombras de vinilo, de ahí su resistencia. Solo que con las alfombras hiladas se consiguen texturas y trenzados prácticamente de cualquier tipo, que resultan tan cálidas y acogedoras como cualquier otra alfombra.
Trenzados finos o gruesos, rígidos o flexibles, lisos o estampados… Y además con la ventaja de que sirven para uso intensivo y también para exterior (intenta llevar a la terraza o al jardín tu alfombra de cachemir o de lana).
Alfombras de vinilo tejido
Las alfombras de vinilo comparten la materia prima de las de polipropileno, pero cambian en su confección.
Consisten en una capa de fibras de vinilo de trenzado más o menos grueso, de superficie lisa pero con textura, trenzadas formando diferentes mezclillas y colores.
(Son alfombras tejidas, aunque también hay otro tipo de alfombras vinílicas lisas, fabricadas por extrusión como láminas, de uso y apariencia mucho más limitados).
Este trenzado de fibras, muy fino, se coloca encima de una base de goma, a veces con el añadido de fibra de vidrio para aumentar aún más su resistencia y flexibilidad. Luego el conjunto se termosella (pegado con calor) para formar una única capa súper resistente.
Estas alfombras son muy finas y planas, de entre 2 y 4 mm de grosor y quedan completamente pegadas al suelo (lo cual es muy de agradecer en lugares que queremos evitar tropezones, por ejemplo de personas mayores o con dificultades de movimiento).
En suma: la alfombra universal para todo uso
Lo mejor es que este tipo de alfombras no tienen un lugar o uso específico, sino que valen tanto para un roto como para un descosido.
Se pueden usar en casas pero también en oficinas; sirven para las habitaciones y también para los salones.
Quedan fantásticas en los pasillos, pero también en las terrazas e incluso en las cocinas y baños.
En uso profesional, sirven para despachos, salas de espera y establecimientos de todo tipo. Y la misma alfombra que tienes en el salón la puedes llevar al jardín, al porche o a la terraza.
A la medida, también
Y además, los procesos de fabricación e hilado de estas alfombras hace que haya un montón de modelos que se pueden fabricar a la medida, haciendo que tengamos la alfombra que necesitamos cortada al centímetro exacto y con el color que elijamos.
Versátil, resistente, maleable, flexible, variada, limpia, confiable, acogedora, configurable, impermeable, estanca… ya ves que si las alfombras de polipropileno no son el yerno perfecto, se le parece mucho.
Seguro que ahora ya te suena raro el palabro y que tras unas cuantas veces ya lo sabrás pronunciar bien: po-li-pro-pi-le-no. Y si no, puedes llamarlo “fantásticas alfombras sintéticas para toda la casa y para todo uso, prácticas, resistentes y muy fáciles de limpiar”.
Un poco largo, ¿no?… ¡mejor apréndete polipropileno!
Efectivamente, Ana, lo has descrito a la perfección. Son estupendas. Nos alegramos y muchas gracias!
Estoy encantada con la que compré. Tengo 3 perros y un pequeño jardin. Los perros entran y salen, paso el aspirador y como nueva. Si algún dia estuviera sucia, la sacaré a la terraza y con la manguera y algo de jabón quedará como nueva. Ya sólo compraré alfombras de este material.