¿Qué pensabas? ¿Que tu casa no escribe la carta a los Reyes Magos? Pues va a ser que sí. Es que las casas también tienen su ilusión, su corazoncito y su derecho a pedirle a los reyes cosas de casa, y soñar con sus alfombras, sus puffs, sus muebles y todo lo demás.
Así que del mismo modo que los peques les piden a los reyes una consola, los adolescentes ropa y un móvil nuevo y los más creciditos un patinete a motor, tu casa también tiene necesidades, complementos y cosas de casa que pedir.

Sí, ya sabemos que tú pediste el año pasado un coche nuevo, un gobierno estable y cambiar de trabajo, y que te han hecho menos caso que los niños cuando les dices “no toquéis nada”, pero no pierdas la fe: seguro que este año va.
Mientras tanto te transcribimos literalmente y en exclusiva la carta a los Reyes Magos de tu casa. ¿Que cómo la conseguimos?
Je, je… es que no hay Paje Real que se resista a un soborno con un buen tocinillo del cielo con cabello de ángel (que es lo que comen allí, en las alturas, y cuando vienen de reparto lo echan mucho de menos).


La carta de tu casa a los Reyes Magos
A SS MM los Reyes Magos.
Oriente, según se va, cuarta estrella a la derecha.
Queridos Reyes Magos.
Antes que nada, he sido vuena buena. No he tenido goteras ni explosiones de gas, e incluso las reuniones de la comunidad han ido como la seda. Bueno, excepto cuando se enfadó el vecino del quinto. Total, porque Pablito le puso un petardo a su gato, qué poco sentido del humor.
Al grano. Como soy muy sufrida y altruista, lo que voy a pedir no es para mí, sino para mis queridos habitantes, que ya sabéis que los quiero mucho a todos.
Incluso a Javi, que me rayó el parquet pensando que el hall era una pista de hockey, y a Pepita, que cree que las persianas no se cierran bien si no parece que estás guillotinando a alguien.

Para la abuela
Por ejemplo, para la abuela quiero una alfombra de cocina lisa, impermeable y que se pegue al suelo para que pueda hacer el pan de nuez sin tropezar.
Como las alfombras vinílicas, que además se limpian pasando la fregona y te olvidas (de la limpieza, no del pan de nuez).

Para Pablito
Para la habitación de Pablito quiero un puff pera, de un color vivo y alegre. Y una alfombra de colores, como por ejemplo las de yute y algodón. Que para eso es una habitación infantil, que salgan los colores por todos lados.



También para Pablito un fotomural gigante con dinosaurios. Le gustan tanto que hasta los acepta como animal de compañía. Y es que le encanta estar rodeado de sus seres queridos (y a veces también de sus hermanos).

Para Mamá
Y hablando de fotomurales y papeles pintados, traedle también a mamá uno que le ayude a relajarse cuando hace yoga en casa después del trabajo, y una alfombra suave y gustosa que la ayude a meditar.
Y no le vendría mal un puff para sentarse y otro para apoyar los pies, y una mesita para colocar la taza cuando se relaja, que es casi nunca.


Para Ángela
Para la habitación de Ángela la friolera, unas sábanas térmicas coralinas y una manta polar para el sofá, para cuando está con el dichoso móvil (es decir, siempre).
Y una alfombra de bambú, que Ángela es una chica muy natural y colorista, es decir, como el bambú. Y una mesa de estudio molona, de cristal con patas metálicas para cuando desayuna, cena, estudia (o dice que estudia).



Para Papá
Para papá un mapa de rascar para señalar los viajes que han hecho y que vayan planeando los próximos que quieren hacer. Y también necesita para el estudio una alfombra que resista las ruedas de la silla de trabajo sin romperse.


Y para eso no hay nada comparable a las alfombras de vinilo, que no se rompen con nada. Y ya puestos a decorar el estudio como dios manda, qué bien le vendría una lámpara led de suelo con luz regulable y un estor translúcido para que no les moleste el sol.
Para mí, la casa
Dije que no quería nada para mí, pero he mentido: también me vendría de perlas un biombo, porque se puede usar en cualquier sitio y en cualquier momento: para los niños cuando están en la habitación pero necesitan estar cada uno a su aire para estudiar, por ejemplo.
O para aislar el comedor del cuarto de estar, o de la puerta de la calle. O simplemente para decorar, uno de estilo moderno que destaque como un lienzo portátil, grande y original.

Para el pasillo
El pasillo hace tiempo que pide a gritos una alfombra que le dé un poco de vidilla, y ya sabemos que las podéis encargar a medida de vinilo, sintéticas o de polipropileno, con acabados lisos tipo nórdico, cálidos tipo sisal o incluso estampados estilo clásico.

Para los suelos
Y ya puestos a alfombrar, necesitamos una alfombra nueva para el salón, por ejemplo de pelo con un estampado chulo.

Y alfombras prácticas lavables de polipropileno para las habitaciones, que sean lo más trotonas y resistentes posible pero sin que sean aburridas.
Y una alfombra de exterior para la terraza, que a veces queda abierta y entra agua, y otra para la piscina. Sí, ya sé que no tenemos piscina, pero por algo se empieza, no hace falta que seáis tan pijoteros.


Para el baño
Como sospecho que aún os queda sitio en el camello, ¿qué tal si traéis toallas nuevas para el cuarto de baño, con un color distinto para cada uno de la casa?
Así cada uno tiene la suya y no se pelean. Bueno, sí se van a pelear igual, pero por lo menos que sea con toallas nuevas.



Ya veis, Majestades, que bien poco pedimos. Y nos va a quedar la casa divina de la muerte. Y además, si sois magos, qué más os da… Así, mientras, vamos pensando en lo que vamos a pedir el año que viene.
P. S.
Os dejaremos un poco de pan de nuez y unos chupitos junto a los zapatos.
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