Las alfombras de estilo hidráulico para cocina y la casa, y más en particular las alfombras vinílicas de estilo hidráulico, están de moda. Pero no una moda pasajera como la quinoa, sino una moda de verdad, que ha venido para quedarse, como consultar el móvil en los semáforos.
Las alfombras vinílicas hidráulicas, como el estilo de decoración hidráulico, se basan en las antiguas baldosas hidráulicas, que la decoración actual ha sabido transformar muy sabiamente, haciendo que dejaran de ser vetustas para pasar a ser vintage.
Es decir, que de repente han dejado de estar anticuadas y obsoletas a ser una fuente de inspiración para todo decorador que se precie y a ser una de las cosas más cool para decorar suelos, textiles y como no, alfombras de cocina y de casa.
¿En qué se inspiran las alfombras hidráulicas?
Se inspiran en las baldosas hidráulicas, que son un tipo de cerámica que se comenzó a utilizar a finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX para pavimento de casas, tiendas, cocinas, pasillos, hospitales, consultas y en general, establecimientos de todo tipo.
Se basaba en patrones de diseños florales y geométricos que, a modo de caleidoscopio, estaban pensados para yuxtaponerse y crear combinaciones más complejas, como las filigranas del arte musulmán o los trabajos de carpintería de taracea, por ejemplo.
La base era el cemento mezclado con otros pigmentos y materiales y los diseños se componían a mano, compartimentando las losetas base y rellenándolas con los colores elegidos. La mezcla resultante se comprimía con prensas hidráulicas, lo que nos resuelve el misterio de por qué ese nombre aparentemente tan extraño.
Durante buena parte del siglo pasado los pavimentos hidráulicos eran casi omnipresentes, hasta que materiales más modernos los fueron reemplazando y condenando al cuarto oscuro.
Hasta que alguien hace no mucho tiempo pensó que era una pena que un estilo decorativo tan valioso y de tantas posibilidades como ese se quedara para vestir santos, de modo que ya lo tenemos de nuevo en acción, luciendo palmito por donde solía.
El resurgimiento de las alfombras hidráulicas supone la resurrección de un viejo suelo que nunca debió abandonarnos.
La reinvención del hidráulico: alfombras y más
Lo mejor del estilo hidráulico es que ya no está atado a su fuente original, las baldosas, sino que se puede aplicar a mil y un elementos y accesorios de decoración. Y lo encontramos en textiles, accesorios y adornos de todo tipo.
Pero de todos los complementos de decoración, las alfombras hidráulicas son las más genuinas herederas del estilo hidráulico, ya que al fin y al cabo también han sido diseñadas para vestir y decorar los suelos.
¿Qué nos aporta la decoración y las alfombras hidráulicas?
El estilo hidráulico tiene muchas cosas que aportar a la decoración actual, con independencia del estilo o gusto de cada uno.
- En primer lugar, se basa en patrones complejos, artísticos y llenos de color que introducen un elemento de fantasía en las alfombras y en los suelos.
- Son alfombras cálidas y acogedoras, con múltiples combinaciones de color, desde diseños monocromo hasta paletas de color caleidoscópicas, alegres y hasta chiripitifláuticas.
- Representan diseños muy nuestros y en los que nos podemos reconocer, ya que nuestras abuelas caminaban sobre ellas y los que tengan algunos añitos encima las recordarán en mil y un sitios de su infancia.
Si estamos acostumbrados a las tradicionales alfombras de estilo oriental, ¿no tendría más sentido que adoptáramos un estilo mucho más nuestro con las alfombras hidráulicas?
Tipos de alfombras hidráulicas
Si hablamos de alfombras hidráulicas hablamos mayormente de alfombras hidráulicas de vinilo, ya que este material es el que mejor permite reproducir e imitar los diseños con los que se hacían las baldosas.
No es que no haya alfombras hidráulicas que no sean alfombras vinílicas, pero son menos comunes, por lo complejo de su trenzado.
Las alfombras hidráulicas de vinilo suelen tener la superficie lisa y su diseño está formado por estampado sobre el vinilo, no por trenzado.
Fijaos que hemos dicho lisas y de vinilo, y si ambas cosas por separado están bien para una alfombra, si las juntas el resultado es espectacular, mejor que la suma de las partes. Del mismo modo que la nata y las fresas están muy bien por separado, pero juntas no hay quien las mejore.
Porque una alfombra lisa súper resisente significa que es práctica, trotona y muy fácil de limpiar: lo fundamental en una alfombra de uso intenso.
Otros tipos de alfombras hidráulicas son las de polipropileno, que es un hilado vinílico en el que el diseño se forma con el trenzado, no estampado. También son impermeables, muy resistentes y lavables.
Hábitat de las alfombras hidráulicas
Respecto a los hábitats preferidos de las alfombras hidráulicas, destacan por derecho propio como las alfombras de cocina por excelencia.
De hecho, es difícil para cualquier cocina de hoy en día resistirse a las alfombras hidráulicas, tal vez porque se sepan herederas de la tradición de nuestros abuelos.
O tal vez porque no hay nada mejor que tener en la cocina una alfombra lisa que se pueda limpiar con la fregona y olvidarse del mantenimiento. O tal vez por las dos cosas.
El caso es que la idoneidad de las alfombras hidráulicas como alfombras de cocina ha hecho que mucha gente piense que solo sirven para ahí, y es una pena.
Una alfombra hidráulica tiene sitio en casi cualquier lugar de la casa. En los salones, por ejemplo, si las alfombras vinílicas te parecen frías, hay alfombras hidráulicas de chenilla y otros materiales.
En los dormitorios infantiles y juveniles son prácticas, coloridas y muy trotonas. En las terrazas y exteriores también están en su hábitat, tan a gusto como un hipopótamo revolcándose el el lodo.
En resumen, las alfombras hidráulicas, y la decoración hidráulica en general es un gran revival de un estilo que nunca debió abandonarse. Esperemos que siga con nosotros muchos años.
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