De todos los tipos de mobiliario auxiliar, las estanterías son el mueble funcional por antonomasia (signifique lo que signifique antonomasia).
Es decir, que las estanterías son muebles a los que en principio se les pide que sean útiles por encima de todo. Que sirvan para su propósito, que es ponerles cosas encima y si eso, las consideraciones estéticas o de diseño ya vendrán detrás.
Es como si se hubieran tomado al pie de la letra aquello de «la función crea la forma», y a diferencia de otros tipos de mobiliario, las estanterías han estado tradicionalmente apartadas de las principales corrientes de diseño.
Por ejemplo, en el Palacio de Versalles podrás ver divanes, sillones, cómodas, aparadores, espejos, vitrinas, lámparas y mil y una piezas de mobiliario exquisito, pero estanterías… como que a Luis XIV se le olvidaron. A lo mejor es que no tenían nada que poner encima.
Pero eso ha cambiado. Porque afortunadamente, el diseño de mobiliario moderno ha reparado en las estanterías domésticas, que ya no son el patito feo de la decoración.
Por fin las estanterías modernas brillan con luz propia, y nos ofrecen diferentes tipos, nuevas gamas, formas insospechadas y muchas posibilidades creativas de hacer alto tan viejo como colocar cosas encima de unas baldas.
Para que no parezca que en lugar de una estantería en casa tenemos una tienda de ultramarinos o un almacén de piezas de recambio. Es la recuperación de la dignidad de la estantería, la puesta en igualdad de condiciones con otros muebles que hasta ahora habían recibido más atención.
Así que las estanterías modernas dejan atrás su complejo de Cenicienta, porque llegan para decorar… con baldas y a lo loco.
Estanterías domésticas: el triunfo del estilo industrial
Dentro de la resurrección de la estantería como mueble básico del hogar, el estilo industrial tiene mucho que ver.
El estilo industrial se mueve entre lo austero y lo rotundo, pero dejando hueco a lo cálido y acogedor. Las estanterías modernas de estilo industrial tienen su parte sobria y de diseño sin concesiones al adorno, pero son rotundas, sólidas y hogareñas como la que más.
Esta estantería de estilo industrial, por ejemplo, da rienda suelta a su creatividad ofreciendo un diseño irregular, casi picassiano, en el que las baldas no están donde deberían, ni siguen el patrón que esperabas.
Fíjate que contento se ha puesto el elefante, que levanta la trompa celebrando el diseño.
Pero no todas las estanterías tienen que estar diseñadas por Picasso. El estilo industrial puede manifestarse de mil y una maneras, y esta otra estantería de madera y metal nos trae un diseño basado en gruesas baldas rectas y plomizas estructuras metálicas que contrastan con su color negro.
Pero el diseño, lejos de ser aburrido, resulta rotundamente acogedor, tanto para un salón como para un dormitorio, o incluso, como si la quieres poner en el garaje. Eso que gana el garaje, ya que las estanterías industriales con como George Clooney: queda bien con cualquier atuendo y en cualquier lugar.
Para que nos entendáis, son tan firmes como el Titanic, pero sin hundirse. Pero pueden ser tan delicadas como una novela romántica.
Estanterías modernas: la imaginación al poder, digo, al diseño
A las estanterías de diseño moderno les encanta jugar con las formas.
Y es que igual que toda buena obra literaria y musical, un diseño se basa en crear tensiones para luego resolverlas. Como una cena con tu suegra, para entendernos, pero en bonito.
Por ejemplo, esta estantería nos trae un diseño en X con baldas decrecientes y perfiles de metal en primer plano. Un ejemplo perfecto de añadir la cantidad justa de tensión a un diseño.
Pero rematándolo de manera armónica y elegante, porque el exceso de tensión no es bueno. Que luego te pasa como a Jack Nicholson en El Resplandor y acabas cogiendo el hacha.
Por eso un buen diseño siempre es relajante e integrador, porque aporta equilibrio de líneas a la decoración.
Este otro modelo de estantería moderna nos propone un diseño en X, pero con los tirantes cruzados en los laterales, en lugar de en el frontal.
Es una manera de mantener el espacio de almacenamiento a la vez que el diseño se compacta y ocupa el menor ancho de pared posible.
Es una demostración de cómo el ingenio en el diseño nos puede crear estanterías que saquen el máximo rendimiento al metro cuadrado, manteniendo la originalidad y el toque distintivo.
También es otra muestra de cómo la madera, en este caso DM laminado, hace una estupenda pareja con el metal. Eso sí que es un gobierno de coalición.
Estanterías en escalera, un clásico que se reinventa
Las estanterías con forma de escalera son un clásico. Y las estanterías modernas utilizan este diseño con profusión.
No es que como escalera sirvan para algo: mejor no intentes subir, que no va a ser ninguna Escalera al Cielo precisamente.
Pero su diseño en disminución hace que tengan una elegancia especial, con una gran ligereza visual y que parezcan, aunque no lo sean, casi portátiles.
Suelen ser estrechas y altas, lo que las hace aliadas de los pequeños espacios. Y ya sabemos que en las distancias cortas es donde una estantería-escalera se la juega…
Las estanterías de escalera no son especialmente indicadas para almacenar grandes cantidades de objetos. Más bien son estanterías pensadas para lucir, más que para almacenar.
Son un recurso que te puede aportar en tu decoración un punto de ruptura visual, liviano y elegante.
Este modelo en particular se hace todavía más ligero a la vista con su color blanco y sus peldaños en disminución, con gran espacio de separación que permite ver la pared.
Estanterías de doble utilidad: una idea feliz
Los diseñadores nunca paran de inventar.
Aún no han descubierto las nueces que crezcan sin cáscara o el manual de instrucciones que se entienda a la primera, pero en cuanto a muebles híbridos, esta mesa estantería, o estantería con mesa, se sale.
Es un híbrido, como el hipogrifo o el Prius, pero en estantería. Y combina una mesa de trabajo, estudio u oficina con una estantería de metal y madera.
Desgraciadamente no hemos estado presentes en el acto de procreación, así que no sabemos cómo la han hecho. Solo que es una idea brillante que trae lo mejor de los dos mundos.
Tanto en versión alta, como estantería baja con mesa plegable.
Esta otra estantería híbrida nos trae un modelo más convencional, pero igualmente práctico: una estantería con cajonera.
Espacio de almacenamiento con baldas arriba, espacio de almacenamiento con hueco abajo. Y todos tan contentos.
Es una estantería moderna, con metal blanco y madera clara, que consigue camuflarse para verse solo lo imprescindible, muy en la línea del diseño nórdico y contemporáneo.
Utilidad, diseño sobrio y estilo luminoso en una sola pieza.
Estanterías jaula, otra tendencia
Una de las principales tendencias en estanterías son las estanterías tipo jaula.
No es que vayas a encerrar en ellas a un tigre o a un periquito (pobre, se lo comería el tigre), sino que son estanterías formadas por una estructura de metal con forma de rejilla que envuelve la estantería.
Una de las ventajas que tienen es que le puedes poner casi cualquier cosa sin miedo a que se caiga, ya que todo queda enjaulado.
Son un recurso original y distinto, que se hace en muchos formatos y medidas. Esta estantería es alta y estrecha, pero las hay bajas y planas.
Esta otra espectacular estantería industrial parece que ha sido plantada en el suelo y que ha germinado en forma de jaula rejilla, con los estantes repartiéndose en el aire al azar, como una planta.
O tenemos el modelo de abajo, que se inspira en la tipología jaula, pero limitándola a un cerco de metal que le sirve de cintura y adorno.
Podríamos poner infinidad de estanterías más, pero las que os hemos puesto sirven para ejemplificar cómo hoy en día ya no hay excusas para tener estanterías aburridas en casa.
Que las estanterías son un mueble capaz de destacar por sí mismo y de dar juego como el que más a la hora de decorar y crear espacios singulares llenos de estilo.