Alfombras lavables: las alfombras, clasificadas por su facilidad de limpieza

¿Te gusta tener una casa con alfombras bonitas? Si la respuesta es no, no sigas leyendo. Pero si la respuesta es sí, tal vez te interese saber cuáles son las alfombras más lavables, o cómo se clasifican los diferentes tipos de alfombras en relación a su lavabilidad, y que nos perdone la RAE por inventar este palabro.

Habitualmente elegiremos para nuestros suelos la alfombra más bonita o que mejor se ajuste a nuestro presupuesto y estilo de decoración, pero en estos tiempos, cada vez más nos fijamos en los aspectos prácticos, y sobre todo en el cuidado, limpieza y mantenimiento de las alfombras.

Alfombra de polipropileno lavable

Es decir, que además de pensar lo bonita que quedará nuestra alfombra, pensamos… ¿cuánto trabajo me va a dar el mantenimiento de la alfombra?

¿Será tan delicada como una novela de Jane Austen? ¿O por contra será dura y robusta como una carrera de Monster Trucks? ¿Podré olvidarme de ella como me desentiendo del felpudo de la entrada o tendré que dedicarle más tiempo que a un sudoku cinco estrellas?

Hoy en día hay tantos tipos de alfombra que no está de más, para no perderse, tener una guía de alfombras clasificadas por su facilidad de limpieza, de la más lavable a la menos.

Para saber cuáles son las que nos van a dar menos quebraderos de cabeza y cuáles son las que vamos a tener que cuidar con más dedicación que el jardinero del Palacio de Versalles.

Alfombra lavable polipropileno

Vamos a hablar de la facilidad de limpieza de las alfombras de manera general, pero tenéis en nuestra web otra guía para el tratamiento de manchas específicas.

Y es muy importante entender que antes que nada, las instrucciones de la tienda o el fabricante tienen prioridad sobre cualquier otras. Y también podéis consultar qué significan los símbolos de limpieza de alfombras.

Así que comenzamos a repasar los diferentes tipos de alfombras y su clasificación por su facilidad de limpieza.

Los tipos de alfombras lavables, clasificadas de más a menos


Alfombras lavables: alfombras de vinilo

Facilidad de limpieza:

Máxima

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, paño húmedo, fregona, manguera.

Sentimos romper la incertidumbre, pero el ranking de alfombras lavables tiene un ganador desde el principio: las alfombras vinílicas no tienen rival en cuanto a facilidad de limpieza, y podemos decir que, en sus diferentes variantes son la alfombra lavable por excelencia.

De hecho, decir que las alfombras de vinilo son lavables es una redundancia, como decir ‘cita previa’; igual que una cita siempre tiene que ser previa, una alfombra de vinilo siempre es lavable, la más fácil de limpiar. Punto.

Alfombra de vinilo para baño

Como son impermeables, puedes mojarla que el agua no penetra. La limpieza diaria la puedes hacer como todas las alfombras con aspirador, pero para mantenimiento más a fondo las puedes limpiar con la fregona o un paño húmedo.

También podemos limpiarlas con manguera si hace falta, con la precaución de no aplicar presión; con el agua tal como sale, si tienes la alfombra en la terraza o el jardín la podrás limpiar rápida y fácilmente.

Importante: no es necesario en absoluto, e incluso es contraproducente, emplear productos químicos o abrasivos con este tipo de alfombras. Solo agua y jabón neutro. Más fácil imposible.


Alfombras lavables: alfombras de polipropileno

Facilidad de limpieza:

Excelente

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, lavado a mano, esponja, manguera.

El segundo lugar de la lista la ocupan otras alfombras de tipo vinílico, que llamamos de polipropileno.

Están confeccionadas con la misma materia prima que las alfombras de vinilo, solo que su trenzado se realiza con hilo fino que da como resultado alfombras similares a las convencionales de lana o algodón o fibras como el coco y el yute. Por eso se le llama también sisal sintético.

Alfombra lisa y gris

Solo que la alfombra es mucho más resistente y sobre todo… mucho más fácil de limpiar. Porque, igual que las alfombras de vinilo, son impermeables (aunque no estancas, es decir que el agua pasa a través aunque no se empapa).

Las instrucciones de limpieza no son muy distintas de las de vinilo y se pueden limpiar con agua y paño o esponja húmeda. De hecho, si no se puede pasar la fregona no es porque el tejido no admita mojarse, sino porque se hace incómodo al tropezar y engancharse con el trenzado.


Alfombras lavables: alfombras de bambú

Facilidad de limpieza:

Muy buena

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, fregona escurrida

Las alfombras de bambú puntúan alto en nuestro ránking, y por varios motivos. Son alfombras lisas, que no acumulan polvo, lo cual ya es una buena declaración de intenciones.

Alfombra natural de bambú

Se pueden limpiar con aspiradora para la limpieza diaria, pero para limpiar más a fondo basta con pasarles un paño húmedo o una fregona, eso sí, escurrida para que no se empape.

Una fregona escurrida, sin dejar que se encharque dejará nuestra alfombra de bambú en perfecto estado de revista.


Alfombras lavables: alfombras de algodón

Facilidad de limpieza:

Muy buena

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, a mano o lavadora

Hay varios tipos y acabados de alfombras de algodón, pero una de sus virtudes, hablando en general, es lo trotonas y resistentes que son.

Y el lavado no es una excepción. Además de la aspiradora, que es universal para casi todos los tipos de alfombras, muchas nos permitirán lavarlas a mano o a máquina, eso sí, siempre en agua fría o a menos de 30-40º.

Alfombra de yute

Lógicamente si la alfombra es muy grande o tiene mucho cuerpo no podremos meterla en la lavadora, pero hay muchas alfombras de algodón finas, con vocación trotona que están pensadas para lavarse a máquina una y otra vez, quedando como el primer día.

Si se tiende a secar extendida la mayoría de las veces no nos hará falta más que colocarla en el suelo y ya la tenemos preparada y como nueva.


Alfombras lavables: alfombras de lana

Facilidad de limpieza:

Media

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, limpieza profesional

Las alfombras de lana son muy cálidas y naturales, pero precisamente por eso no son tan todoterreno como las de polipropileno u otros materiales sintéticos.

La limpieza rutinaria debemos hacerla con aspiradora pero sin cepillo, para no estropear y abrir la lana. Con un par de veces por semana debería ser suficiente.

Alfombra de lana

Como material algo más delicado que es, para limpieza más a fondo o manchas rebeldes es mejor confiar la alfombra a limpieza profesional.


Alfombras lavables: alfombras shaggy o pelo largo

Facilidad de limpieza:

Media

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, limpieza profesional

Las alfombras de pelo largo son muy acogedoras y hogareñas, pero el problema que tienen es que de tan acogedoras que son, acaban ‘acogiendo’ más polvo y suciedad del necesario, lo que nunca pasa con las alfombras lisas, a las que el polvo, literalmente, les resbala.

Evitar la acumulación de polvo y la creación de ecosistemas dentro de nuestra alfombra es lo que hace que las alfombras de pelo largo sean algo más incómodas de mantener, muy especialmente si son de material muy delicado (no te recomendamos tener una alfombra de lana del Cáucaso si tienes casa de campo y tus perros y tus niños entran en casa después de estar jugando en el barro).

Alfombra shaggy

Sin llegar a ese extremo, una alfombra de pelo largo requiere más cuidado e insistencia con el aspirador, pero sin cepillo rotatorio que puede estropear y abrir las fibras.

La limpieza más profunda es mejor hacerla con profesionales, aunque también puedes probar con una disolución de 100 ml de vinagre blanco en medio litro de agua tibia, eso sí, sin frotar; solo presionando.

Recuerda que siempre que se apliquen productos a una alfombra deben echarse en el paño o esponja, nunca directamente a la alfombra. Y en caso de duda, prueba primero en una pequeña zona lo más oculta a la vista posible.


Alfombras lavables: alfombras chenilla

Facilidad de limpieza:

Media

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, limpieza en seco, limpieza profesional

Hay muchos tipos de alfombras de chenilla y similares. Muchas son de poliéster, un material resistente que admite bien los lavados. También hay alfombras de chenilla de algodón, que siguen las normas que ya hemos visto.

Alfombra de chenilla

En general las alfombras de este tipo, fuera de la limpieza rutinaria con aspirador, y según el tipo de alfombra, pueden requerir limpieza a mano, o con un paño húmedo y limpiador neutro. En caso de limpieza más profunda o difícil mejor encomendarla a profesionales.


Alfombras lavables: otros tipos (viscosa, poliamida…)

Facilidad de limpieza:

Limitada

Herramientas de limpieza:

Aspiradora, limpieza en seco, limpieza profesional

La lista de otros tipos de alfombra es muy larga, tanto por el tipo de material como por el acabado. Alfombras de viscosa, de poliamida, acrílicas… sin contar con las infinitas mezclas de tejidos que se pueden hacer.

Muchos de estos tipos dan alfombras espectaculares, pero delicadas y para cuya limpieza es mejor no hacer grandes experimentos y, fuera de la limpieza de aspirador, confiar en la limpieza profesional.

En cualquier caso, para cada modelo preguntaremos antes las recomendaciones del fabricantes. Nuestro consejo: sigue las instrucciones sin inventar nada y te evitarás sorpresas.

Alfombra de viscosa

De hecho, la investigación y mejora en materiales hace que cada vez sea más frecuente que de fábrica las alfombras vengan preparadas con superficies repelentes de suciedad y que hagan la limpieza más sencilla.


Alfombras lavables: alfombras de yute

Facilidad de limpieza:

Limitada

Herramientas de limpieza:

Aspiradora

Las alfombras de yute son un encanto de alfombras. Naturales como pocas, auténticas donde las haya, se ven y se sienten en el suelo como alfombras llenas de naturalidad y frescura (en el buen sentido).

El lado menos bueno es que no tienen la facilidad de limpieza de otros tipos de alfombras, ya que, igual que los gatos y el buen vino, al yute no le gusta mezclarse con el agua.

Alfombra de yute

El mejor tratamiento, aparte de la limpieza habitual con aspirador, es el preventivo: no coloques una alfombra de yute en la entrada, porque te durará poco.

Disfrútalas en lugares donde se vean más que se pisen, o combínalas con algodón en alfombras mixtas más fáciles de limpiar. En cualquier caso son alfombras económicas que pasado unos años no duele sustituir.

Aunque, si tienes una mancha repentina y actúas rápido, puedes aplicar un paño húmedo presionando, y luego dejar que seque lo más rápido posible.