El nuevo concepto de alfombras modernas

En este mundo hay conceptos absolutos, como el período de oscilación del átomo de cesio, pero otros relativos, como la definición de lo que es una alfombra moderna.

Porque vivimos en un mundo en el que la definición de lo moderno hace más agua que el barco del Capitán Garfio, y donde las verdades inmutables duran lo que tarda en llegar el próximo tuit.

Por eso es importante redefinir qué rayos es una alfombra moderna hoy en día, porque la respuesta a esa pregunta, hace tan solo unos años, era completamente distinta.

Alfombra moderna de chenilla

Y es que el concepto de modernidad es relativo. Por ejemplo, un iPhone 5 es moderno comparado con un teléfono de baquelita, pero es una antigualla jurásica comparado con el iPhone 11.

¿Y os acordáis cuando tener un pendrive de 128 megas era el no va más de lo moderno y avanzado? Anteayer, como quien dice.

Pues a las alfombras les pasa igual. El concepto de alfombra moderna se mueve más que los precios, como decía Chiquito.

Alfombra vinílica

Para el Hombre de las Cavernas, por ejemplo, todas las alfombras eran modernas y consistían en la piel del búfalo recién cazado, puesta en el suelo. No había alfombras clásicas; el búfalo era la vanguardia.

Pero durante los siglos el concepto de alfombra se fue refinando y se llegó a establecer un canon de alfombra clásica.

Estaba basado en las alfombras orientales, persas para más señas, y en el patrón de diseño que ofrecían, basado en la ornamentación floral. Tenían un gran floripondio en el centro, flecos y las inevitables grecas concéntricas siguiendo el perímetro del rectángulo de las alfombras.

Alfombra moderna de polipropileno

Ese concepto de alfombra clásica fue evolucionando y adaptándose al gusto europeo, pero ha permanecido básicamente igual desde hace décadas, por no decir siglos.

¿Qué abuela no tenía una alfombra así?

También se fueron haciendo clásicos otros tipos de alfombras, como las lisas, las alfombras de pelo o shaggy, por ejemplo.

Pero a partir de un punto en el siglo pasado se empieza a forjar un proceso que conduce a lo que hoy llamamos alfombras modernas, con tres fases principales.


Primer paso para las alfombras modernas: nuevos diseños

La irrupción de las vanguardias artísticas y de la renovación creadora de finales del XIX y principios del XX tenía que llegar también a las alfombras.

Y en algún momento alguien se atrevió a salirse del canon clásico de decoración, decidiendo que las alfombras no tenían que reproducir obligatoriamente el diseño clásico oriental, o ser lisas, sino que podían representar patrones geométricos, planos de color, obras de arte moderno y experimentar con mil diseños y texturas.

Por fin habían llegado las ideas germinales del diseño de las alfombras modernas.

Alfombra moderna abstracta

Segundo paso: la aparición de nuevas técnicas de telar

Aunque el telar es un invento más antiguo que mojar pan, con los siglos llegó a automatizarse y perfeccionarse de una manera extraordinaria. La informatización ha acentuado aún más ese proceso, permitiendo afrontar texturas y creaciones imposibles hasta épocas muy recientes.

Así nacieron mil y una innovaciones, como por ejemplo la técnica jacquard, que permitió jugar con los relieves y crear nuevas texturas.

Esto les dio a los diseñadores herramientas que ni soñaban, creando nuevas generaciones de alfombras modernas.

Alfombra moderna geométrica

Tercer paso: nuevos materiales

Pero la modernidad en las alfombras no se detuvo ahí. La constante investigación en materiales ha creado infinidad de materias primas para confeccionar alfombras, arrinconando a los materiales tradicionales: el lino, la seda, la lana y el algodón.

El poliéster es el material moderno más extendido, pero hay muchos más: el nylon, el rayón o viscosa, la poliamida, y todos sus acabados y texturas, como la chenilla, la microfibra, etc.

Y la última vuelta de tuerca ha sido la aparición de los materiales vinílicos, como el polipropileno, el PVC y similares, que han revolucionado el concepto de alfombra práctica y duradera.

Las alfombras vinílicas y las alfombras de polipropileno basan su éxito en el fácil mantenimiento y el alto rendimiento, sin desatender el diseño cool y vanguardista.

Y con un montón de posibilidades añadidas, ya que el vinilo y el polipropileno se pueden trenzar, hilar e incluso imprimir digitalmente: una parafernalia de opciones.

Alfombra de vinilo impreso

Entonces ¿qué es hoy en día una alfombra moderna?

Si metemos todo lo anterior en una batidora, lo dejamos reposar y se lo pasamos a un gurú para que nos responda, posiblemente el gurú, lleno de sabiduría, nos contestaría con tres palabras: “Yo qué sé”.

Y es que hasta hace poco, cualquiera de nuestras abuelas y bisabuelas dirían que una alfombra moderna es cualquiera que no tuviera el gran floripondio y los bordes enmarcados.

Pero esa definición ya no vale. Porque hoy tenemos, por ejemplo, alfombras modernísimas que reproducen ese patrón, como esta preciosa alfombra de vinilo impreso que te enseñamos justo abajo: diseño clásico en cuerpo vinílico con impresión láser digital.

No es posible que una alfombra sea más moderna que eso, así que nos preguntamos: ¿esta alfombra es clásica o moderna?

Alfombra de vinilo impreso
Aunque no lo parezca, esta alfombra es de vinilo impreso

Podríamos entonces pensar que una alfombra moderna es la que reproduce diseños abstractos o expresionistas. Pero… ya se hacían en los 50 y en los 60 del siglo pasado, así que desde este punto de vista son tan modernas como el Dúo Dinámico (ejem).

Así que la definición de alfombra moderna hoy en día corre pareja a la definición de vida moderna, o de casa moderna.

En este mundo posmoderno en que vivimos, o por mejor decir, post-todo, la realidad es ecléctica, poliédrica y los conceptos se reinventan constantemente. Y hasta las abuelas ya no visten de negro y fueron hippies en los 60.

Alfombra de vinilo moderna

En definitiva, una alfombra moderna es la que sirve a las necesidades de un hogar de hoy en día.

Hoy ya no queremos alfombras de mírame-y-no-me-toques, destinadas a que las vean las visitas, y que había que evitar pisar para que no se gastaran más de la cuenta.

Tampoco queremos alfombras que cuesten un ojo de la cara, y aunque sean duraderas, tampoco les pedimos que duren toda la vida, porque tarde o temprano las querremos cambiar, porque el dinamismo de nuestras vidas es mucho mayor que antes.

Alfombra modena de flores

Ahora queremos alfombras de materiales avanzados, que tengan prestancia, que sean fáciles de mantener y que nos faciliten la vida.

Que sean económicas de comprar, eficientes y que nos alegren la vista cada vez que las veamos.
Por eso el concepto de alfombra moderna ya no lo define solo el diseño (aunque en parte sí), o los materiales (en gran parte, también), sino la actitud.

Alfombra de vinilo impreso

Sí; porque las alfombras tienen actitud, como todo en esta vida. Si no, ¿qué habría sido de James Dean en Rebelde sin causa sin la actitud adecuada?

Tal vez una alfombra moderna de hoy en día no haga nada que no hicieran las alfombras de hace 40 años, pero no lo necesita: le basta con existir y ser como es, adaptándose a los nuevos tiempos.

Si nos ofrece materiales novedosos, duraderos y resistentes. Si nos decora sin exigirnos un complicado mantenimiento a cambio.

Alfombra polipropileno étnica

Si nos sigue el ritmo y se adapta a nuestros ambientes. Si aporta un inesperado toque artístico vanguardista en nuestros suelos.

Si nos abre nuevas posibilidades decorativas. Y si en caso de desastre por avería irreparable no nos trastorna la vida, ni el presupuesto.

Si una alfombra hace todo o casi todo eso, entonces es una alfombra moderna, con independencia de su textura, composición o diseño.

Porque los tiempos cambian, y las alfombras, con ellos.


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