Alfombras lavables con agua: ¡atrévete a mancharlas!

¿Te imaginas tener alfombras lavables con agua, que no tengas miedo a manchar? Pues aunque no lo creas ya existen. Y además, son variadas y muy chulas.

Y es que la limpieza de alfombras ha sido una de las grandes preocupaciones de la Humanidad. La otra es que la wifi llegue al fondo de la casa, pero en eso no podemos ayudarte, no te vamos a engañar.

En cambio, tener alfombras fácilmente lavables y cuyo mantenimiento no nos preocupe tanto como la crisis de la Superliga es una bendición que no siempre conseguimos pero que está a nuestro alcance.

Ya os hemos hablado otras veces en este blog de las alfombras lavables. Pero ahora queremos centrarnos más en las más lavables de todas: las que se limpian directamente con agua.

Alfombra interior y exterior lavable

Y es que ya sabemos que muchas alfombras son delicadas y están esperando, las muy pérfidas, a que te des la vuelta para mancharse. Hasta llegas a sospechar que lo hacen aposta. Por eso hemos desarrollado un resquemor atávico frente a las alfombras y vemos cualquier movimiento extraño como una amenaza.

Como por ejemplo los peques con los bocadillos de chocolate. O tu cuñado con la copa de vino tinto y el pincho, que siempre se le cae boca abajo. O los del equipo de rugby de tu hijo cuando llegan a casa después del partido. O tu perro, que de todos los lugares de la casa prefiere la alfombra del salón para roer el hueso.

Si todo eso te estresa más que la llegada de un certificado de la Agencia Tributaria, no te preocupes: las alfombras lavables con agua llegan en tu ayuda.

Y lo mejor es que hoy en día existen alfombras lavables de muchos tipos, capaces de vestir con solvencia los suelos más exigentes.

Hasta no hace mucho, el rango de alfombras lavables era bastante limitado, e incluso aburrido, pero eso, como los mapas de carreteras, ha pasado a la historia.

Alfombra exterior interior lavable

Hoy la nueva gama de alfombras lavables con agua es tan amplia, versátil y chula, que parece que te está retando, diciéndote “atrévete a mancharme”.

Y la verdad, tampoco es que tengas que manchar la alfombra adrede, pero es una gran tranquilidad saber que en caso de pequeño desastre lo arreglaremos simplemente con una esponja y si hace falta, un poco de jabón.

¿Qué tipos de alfombras lavables con agua hay?

Cuando hablamos de alfombras lavables con agua nos podemos referir a dos conceptos principales:

  • Alfombras que limpiamos directamente con esponja, manguera o fregona
  • Alfombras que pueden ir a la lavadora

Vamos a profundizar un poco en cada uno, especialmente en el que más posibilidades ofrece.

Alfombras lavables directamente con agua, esponja, fregona o manguera

Si lo pensamos bien, aplicar directamente una esponja con agua y algo de jabón neutro si se tercia a una alfombra manchada debería ser lo más natural.

Desgraciadamente no siempre es así, debido a la gran cantidad de materiales diversos que se emplean en la confección de alfombras, a las mezclas de esos materiales entre sí, a la mayor o menor fragilidad de los colores, y a la mayor o menor facilidad del tejido para no deformarse, encogerse o perder brillo, vida o textura.

Alfombra de polipropileno lavable
Intenta hacer esto con tu alfombra de Cachemir

Por eso, una alfombra que se pueda lavar con esponja, agua, fregona o manguera tiene que cumplir, como poco, los siguientes requisitos:

• ha de ser resistentes al agua,
• los colores deben ser indelebles,
• no debe encoger
• debe secarse sin deformarse
• no le deben afectar los jabones y detergentes neutros

En suma: una vez limpia debe quedar completamente igual a como era antes de ensuciarse, como el disco duro del ordenador después de quitarle los virus.

Con tantos requisitos, pensaréis que es más fácil encontrar una alfombra capaz de pilotar una nave espacial que una lavable con agua, pero no: estas características están especialmente representadas por el rango de alfombras vinílicas, de PVC y polipropileno.

Alfombra de polipropileno lavable

Alfombras lavables de vinilo

Las alfombras vinílicas propiamente dichas no solo son impermeables, sino que la mayoría son estancas, porque van fundidas a una base de goma.

Es decir, que no solamente no se empapan ni absorben el agua, sino que tampoco la dejan pasar a través.
Como además son muy lisas también le podrás pasar la fregona directamente. Si fuera necesario, entraría en acción la esponja y la manguera (importante, cuando se use la manguera, no aplicar presión).

Son el súmmum de la limpieza práctica, para todo uso y para cualquier necesidad: en casa, en exteriores, en oficinas, locales y en donde se te ocurra.

Alfombra vinílica lavable

Alfombras lavables de polipropileno

Las alfombras de polipropileno también son de material vinílico, pero la diferencia es que se trenzan con hilo fino, como una alfombra convencional, por lo que el agua sí pasa a través (es decir, que no son estancas). Sin embargo siguen siendo impermeables (además de súper resistentes).

Y gracias a eso ya podemos aplicarnos a limpiarla sin piedad (como decía Cervantes, «en un lugar de la Mancha») con una esponja con agua, jabón neutro si hace falta y manguera si es preciso (igual que dijimos antes, si se usa manguera es conveniente evitar el agua a presión).

Técnicamente también podrías pasarle la fregona, aunque eso dependerá de lo lisa que sea la superficie. Aunque suelen ser bastante lisas, si el trenzado tiene algo de nudo puede ser incómodo pasarles la fregona por si se engancha, no porque no la admita.

La ventaja de las alfombras de polipropileno es que su variedad es más grande que la carta de Master Chef y tenemos tanto para elegir que nunca nos quedaremos sin opciones.

Alfombra lavable

Son alfombras que tanto nos arreglan la vida en la terraza como nos decoran un salón de la manera más elegante. Es decir, que están pensadas tanto para ponerse el mono de trabajo como el traje de los domingos, en una sola pieza.

¡Ojo! Todas las alfombras de polipropileno son impermeables, pero no todas son tan fáciles de limpiar. Por ejemplo, las de pelo largo las podemos mojar sin problemas, pero la limpieza con esponja no es tan sencilla como las alfombras sin pelo, por su propia naturaleza. A éstas les aplicaremos todo lo que podamos el aspirador y una buena sacudida antes de aplicar directamente la esponja sobre la mancha.

Hay otros tipos de alfombras pensadas para limpiarse con agua y manguera, como por ejemplo las de plástico, que resultan ligeras, coloridas y económicas para exterior, pero que no tienen ni de lejos la prestancia y textura de una alfombra de polipropileno.

O las de bambú, siempre que no las empapemos y procuremos no mojar el reverso.

Alfombra lavable con esponja

Pero no solo: también hay alfombras que se pueden lavar con agua de otros tipos y composiciones, aunque nunca de una manera tan directa y fulminante como las de polipropileno. Para eso nos fijaremos en las especificaciones de cada modelo, o pediremos información previa a la tienda o fabricante.

Alfombras que se pueden meter en la lavadora

Otra solución para tener alfombras que se limpien con agua son las alfombras que van directamente a la lavadora.

En primer lugar tenemos las alfombras de algodón, tipo farrapo o jarapa. Son alfombras prácticas, trotonas y sin muchas pretensiones, que hacen buen servicio por poco dinero.

Pero no son alfombras de mucho vestir y no serán solución si lo que quieres es una alfombra con cuerpo, prestancia y elegancia para habitaciones y salones.

Alfombras con base de fieltro o goma que van a la lavadora

Alfombra lavable en lavadora

Hay alfombras de poliéster o microfibra, con la base bien de goma, bien de fieltro, que están pensadas para un lavado fácil y que pueden ir a la lavadora.

Son alfombras tremendamente prácticas pero que, a diferencia de las alfombras básicas de algodón, son mucho más de vestir y pueden decorar con solvencia los suelos incluso en los ambientes más exigentes.

Alfombra lavable base de goma
Alfombra lavable en lavadora

Además, son la alternativa lavable para quienes prefieren la calidez de las alfombras con pelo. Especialmente indicadas para habitaciones infantiles o juveniles, o para lugares de mucho trote que necesiten limpieza frecuente.

Ya ves que tener alfombras prácticas que se laven con agua, esponja, fregona o manguera hoy en día es muy fácil. Tenemos alfombras resistentes, decorativas, con cuerpo pensadas para remangarse cuando haga falta, y al mismo tiempo para durar muchos años en nuestros salones con solvencia y elegancia.