Muchas veces nos preguntáis: ¿existe un tipo de alfombra para todo, una alfombra universal para todo uso?
Sería un tipo de alfombra que respondiera a la siguiente pregunta: si quisieras o tuvieras que alfombrar toda una casa (incluida la terraza o jardín) con un solo tipo de alfombra, ¿cuál sería?
En este post os vamos a explicar por qué creemos que las alfombras de polipropileno a medida son la respuesta correcta a esa pregunta. (Tenéis el catálogo de alfombras a medida aquí, y más específico de alfombras de polipropileno a medida aquí).
Hay tantos tipos de alfombras que es difícil imaginar que exista una alfombra prototípica. Un tipo de alfombra que encaje en todos los ambientes, que sirva para todos los usos y que resuelva todas las situaciones.
Que sepa bailar al mismo tiempo claqué y hip-hop, que le guste la carne y el pescado, que no le importe que llueva o haga sol, en suma, que, como Bob Marley, le caiga bien a todo el mundo y que, como los personajes de Tom Hanks, todo lo haga bien.
Hemos dicho una alfombra pero en realidad se trata de una familia que comparte las características básicas: composición, el tejido, el uso interior/exterior y la filosofía, aunque los modelos se diferencian en variaciones estéticas como tono, textura, tipo y forma de nudo.
Alfombras: especialización frente a simplificación
Vivimos en un mundo tan diverso que hemos alcanzado un grado de especialización inverosímil. Tenemos 300 variedades de risotto, 100 tipos distintos de ralladores de queso y nos pueden poner multas por 200 conceptos diferentes.
La especialización tiene muchas ventajas; en el caso de las alfombras, que hay tantos tipos diferentes que siempre encontraremos una específica para cada uso.
Pero el problema de la especialización es que puede resultar agotadora e incluso contraproducente, cuando no sepamos orientarnos entre un maremágnum de opciones que nos ponen la cabeza como un tiovivo y nos la hacen girar como la niña de El Exorcista.
Así que, antes de que acabemos implorando clemencia, está bien encontrar alfombras que reduzcan la oferta dentro de límites más humanos y que a la vez nos resuelvan problemas con estilo y eficacia. Simplificación frente a especialización infinita.
Ahí es donde encajan las alfombras de polipropileno a medida, porque como alfombras para todo llegan donde otras no llegan.
Las alfombras de lana o viscosa serían buenas para un salón, pero no para un pasillo. Las de chenilla te visten un dormitorio o cuarto de estar, pero olvídate de la terraza. Las de vinilo son de amplio espectro, pero hay quien las ve poco cálidas para habitaciones.
Y así seguiríamos, sacando pegas a cada tipo de alfombra.
Pero solo las alfombras de polipropileno marcan todas las casillas porque son aptas para todos los ambientes y todas las situaciones. Y aunque no saquen sobresaliente en todo, su nota media es notable alto y en ningún lugar están fuera de sitio.
Las alfombras de polipropileno a medida nos enseñan en currículum
Pero antes os las vamos a presentar. Ya os hemos hablado antes de este tipo de alfombras de manera más general, pero ahora vamos a centrarnos en las que se hacen a medida.
Hablamos de un tipo de alfombra de confección sintética (vinílica, más concretamente). En ocasiones se las conoce como sisal sintético, por la buena maña que se da para imitar al sisal original.
Tienen como principales características su altísima resistencia, lo que las hace aptas para uso doméstico intensivo e incluso comercial. Son además, impermeables y se limpian con agua.
Se confeccionan con una gran variedad de texturas, colores y remates. E incluso admiten uso como moqueta, alfombrando toda una estancia de zócalo a zócalo.
Si las hemos escogido como paradigma de alfombra para todo, está claro que les vamos a exigir una serie de requisitos que harían temblar al currículum más completo. Porque una alfombra para todo tendría que cumplir todos y cada uno de los siguientes puntos que vamos a examinar.
Alta resistencia
Sobre este apartado no hay duda. Las alfombras de polipropileno a medida son tan resistentes que se pueden utilizar incluso en uso comercial, en oficinas, despachos y lugares similares, en donde hay una pisada constante e intensiva.
Así que ya te imaginarás que en el hogar ni se van a inmutar por muy duro que sea el trato que les des.
Incluso si tienes como huéspedes a un regimiento de cosacos tu alfombra de polipropileno vivirá feliz, ajena al trato duro. Y lo mismo para mascotas y peques revoltosos (o sea, peques).
Y si tienes el estudio en casa con silla de despacho con ruedas, no hay alfombra más indicada para colocar debajo de la silla y resistir el rodar constante de las ruedas. Y precisamente por su resistencia hacen unas alfombras pasilleras estupendas.
Eclecticismo: integración en distintos ambientes
Hacer una alfombra que resista el trato duro puede ser fácil, pero lo realmente difícil es hacerla tan atractiva que sea capaz de integrarse en ambientes diversos.
Por eso estas alfombras están confeccionadas con nudo trenzado, con diferentes texturas. Pese a ser sintéticas, su acabado es cálido y acogedor. Y el eclecticismo está en su ADN desde el momento de su concepción.
No cabe duda que tienen un cierto punto austero (si buscas alfombras floreadas esta no es tu alfombra) pero austeridad no es sinónimo de aburrimiento. Son alfombras vivas, que consiguen lucirse en ambientes tan dispares como un salón, un dormitorio, un pasillo o la sala de espera de un abogado.
Bifuncionalidad interior/exterior
Ninguna alfombra podría ser universal o para todo uso si no viviera a ambos lados de la puerta de entrada, así que necesitamos alfombras ubicuas.
Si dispones de un piso con terraza o de una casa con porche, jardín o piscina, querrás alfombrar esos espacios y que resistan la intemperie, además de que se puedan limpiar fácilmente y con agua.
De lo segundo hablaremos a continuación. De su rendimiento en exteriores baste decir que son impermeables, resistentes a los rayos UVA y que para ellas el exterior es un hábitat tan natural como el interior de la casa.
Facilidad de limpieza
Como son impermeables, el agua y los líquidos no penetran en el tejido de las alfombras de polipropileno a medida. Sí que los líquidos pueden pasar a través, pero no penetran en el tejido.
Por eso su limpieza, además de los métodos tradicionales (aspirador) se realiza con una esponja o paño húmedo, frotando con jabón neutro sin miedo y aclarando con agua. E incluso puedes pasarle una manguera sin presión.
Esta facilidad de mantenimiento, sumado a la resistencia, hace que entendamos que cuando se les llama sisal sintético es porque tiene todas las ventajas del sisal natural pero ninguno de sus inconvenientes (que son bastantes).
Calidez y efecto hogareño
Una alfombra de polipropileno a medida resulta hogareña. Sus texturas se necesitan y se complementan, acompañando a la madera y materiales naturales como las pasas al bacalao o como la cinta de embalar a la caja de cartón.
Su paleta de colores oscila desde tonos tostados, ocres y beiges, hasta tonos neutros, grises y cobrizos con variantes también en blancos y negros. Exactamente el rango de tonos para equilibrar decoraciones y conseguir ambientes cálidos que nos harán pensar cómo hemos tardado tanto en descubrir estas alfombras.
Confección a medida y economía
Es sabido que las alfombras que se hacen a medida suelen ser más caras que las alfombras hechas, por razones obvias: la fabricación en serie a medidas estándar abarata los costes.
Pero tiene la contrapartida de que tenemos que contentarnos con las medidas que ofrece el mercado, que no siempre se ajustan a lo que necesitamos. Tener alfombras a medida nos permite que la alfombra se adapte a nuestra decoración, y no al revés.
Nos permite conseguir que la distribución de los espacios en el suelo esté perfectamente diseñada, creando efectos que de otro modo no podríamos ni soñar, incluso con formatos redondos, por ejemplo.
El caso es que las alfombras de polipropileno a medida son mucho más económicas de lo que crees, hasta el punto que no salen más caras que el 80% de las alfombras hechas que puedes encontrar en cualquier catálogo de alfombras de cualquier tienda.
Cuando no las conoces, se puede entender, pero ahora que ya lo sabes, dales una oportunidad y descubre la alfombra para todo uso, literalmente.