Si estás eligiendo alfombra y te gustan las alfombras trenzadas con apariencia natural, habrás visto que hay alfombras de sisal, también alfombras de yute, muy similares, y para complicar la ecuación, alfombras de sisal sintético o polipropileno, igualmente muy semejantes a la vista y al tacto.
Con lo cual podemos sumirnos en una confusión más grande que un camaleón sobre un tablero de ajedrez… pero no te preocupes: vamos a intentar arrojar un poco de luz acerca de las similitudes y diferencias de esos tipos de alfombras.

Esto no es una guerra, ni siquiera un duelo como el de OK Corral, sino una comparativa entre dos tipos de alfombras que, aunque son mundos distintos, se parecen tanto que en ocasiones se confunden:
- las alfombras de fibras naturales como el sisal y el yute por un lado,
- y las de fibras sintéticas como el sisal sintético o polipropileno por otro.
Las alfombras de sisal y yute están confeccionadas con fibras naturales, procedentes de sus respectivas plantas que crecen abundantemente en sus regiones de origen, América Central y Asia subtropical, respectivamente.
Las alfombras de sisal sintético o polipropileno son sintéticas, como su propio nombre indica y no tienen más familia conocida que el laboratorio ni más patria que tu casa, aunque eso no les quita mérito ninguno.
Ambas familias, naturales y sintéticas tienen sus cosas en común, sus diferencias y también su lista de pros y contras, que te explicaremos.

Aunque te anticipamos: más que alfombras buenas y malas, lo que hay es alfombras más o menos adecuadas al gusto y a las necesidades de cada cual y del lugar en donde las vamos a colocar.
Vemos primero las diferencias entre yute y sisal, y teniendo eso claro después examinamos las diferencias entre ésas y el sisal sintético o polipropileno.
Alfombras naturales: yute vs sisal
Ambos tipos son naturales, y por tanto poseen el encanto de las cosas rústicas, capaces de transmitir y comunicar una gran sensación de autenticidad.
Las alfombras de yute son amables como un disco de James Taylor, rústicas como La Casa de la Pradera y risueñas como una mañana soleada.

Las alfombras de yute son también más blandas, con trama flexible.
Trenzadas a mano, reflejan en su confección la imperfección de la materia prima y de la mano que las trenza: si quieres alfombras regulares, perfectas, sin un solo fallo, estas no son para ti.
Las alfombras de yute se suelen confeccionar en piezas sueltas en tamaños pequeños y medianos, muchas veces con trenzados artísticos o de fantasía, al uso de las labores de ganchillo.
Las alfombras de sisal son algo más serias, pero no tanto como para que pasen de leer novelas románticas a hacer tesis sobre la filosofía de Heidegger. Tienen un carácter más austero, como quien ya ha ido a suficientes fiestas y en esta etapa de su vida quiere un poco de tranquilidad.



Las alfombras de sisal son más rígidas ya que su materia prima es más dura. Igualmente son más resistentes y no se doblan.
Mientras que una alfombra de yute es flexible, se comba y se mueve, una alfombra de sisal es más disciplinada, sin perder por ello su carácter cálido y natural.
También pueden presentar alguna imperfección pero su trenzado es mucho más regular. Se suelen confeccionar en grandes rollos para su corte a la medida.
Resumiendo sisal vs yute:
Yute:
- Alfombras más blandas y flexibles
- Trenzadas a mano
- Con imperfecciones del material y trenzado
- Algo más delicadas
- Por lo general más económicas

Sisal:
- Trenzado más rígido
- Son más resistentes
- Y por tanto, más duraderas
- Admiten colocarse en zonas de más tránsito
- Admiten confección a la medida (en rollo)

Alfombras naturales (sisal y yute) vs alfombras sisal sintético o polipropileno
Ahora sí que la comparativa se pone interesante. Porque las alfombras de sisal sintético o polipropileno han irrumpido con fuerza en los últimos años ofreciendo una apariencia y un tacto que cuesta distinguir de las alfombras de fibras naturales.
¿Qué tiene el polipropileno (también llamado sisal o yute sintético) que lo hace estar tan de moda y ser una alternativa a las alfombras naturales?
El hilo de polipropileno conjuga dos cualidades que, si cada una por separado ya son buenas, juntas son la combinación perfecta. Como la nata y las fresas, o el yin y el yang.


En primer lugar, la maleabilidad, lo que permite confeccionar alfombras de hilados muy finos y con mucho detalle y textura. En segundo lugar, la resistencia a la abrasión y su impermeabilidad, lo que las hace duras como rocas y resistentes a la intemperie.
Con estos mimbres, diréis, cualquiera hace un cesto… pues efectivamente, pero no un cesto, sino muchas alfombras.
Con polipropileno se hacen también estupendas alfombras de pelo, pero lo que nos interesa ahora es cómo con el sisal sintético se elaboran alfombras trenzadas cuya apariencia es casi indistinguible del sisal auténtico.

La decisión: lo intangible de la naturalidad o su imitación
Habéis visto que hemos dicho «casi indistinguibles», y ahí radica la principal diferencia: la importancia que cada cual le de a ese «casi». Veamos.
Por la mayoría de conceptos que las comparemos, las alfombras de sisal sintético tienen ventaja frente a las naturales. Son argumentos que dejan poco lugar a las dudas:
- Por ejemplo, su duración se mide en eras geológicas. Su versatilidad alcanza no solo interiores, sino también en exteriores, cocinas y baños. Resisten mascotas, sillas con ruedas y congresos Klingon.
- Tienen una gran gama de colores, no solo en los tonos naturales, ocres y tostados del yute y sisal natural, sino con mezclillas de todo tipo. Igualmente, hay trenzados con todo tipo de nudos, y remates para aburrir.
- Y su limpieza es infinitamente más sencilla: además de aspirador, simplemente agua, esponja o incluso manguera, y listo, mientras que en las de yute y sisal poco más podemos hacer que pasarles la aspiradora y esperar que no se manchen.

Entonces, ¿tienen que acomplejarse y darse por derrotadas las alfombras de sisal natural o yute?
Pues no, porque sus recursos son otros, para quien los sepa apreciar o los ponga en primer término.
En primer lugar: no siempre necesitaremos una alfombra todo terreno. Hay muchos lugares en los que una alfombra de uso doméstico será más que suficiente.
Porque va a recibir un trato adecuado, sin zapatos manchados de barro, sin tránsito continuo y sin requerimientos específicos de extra durabilidad, que al fin y al cabo vivimos en casas, no en cuarteles.

Por tanto en muchos lugares de la casa, como salones y dormitorios que demanden un uso ordinario, las alfombras de yute y sisal natural son una alternativa perfecta, siempre que asumamos sus limitaciones en cuanto a resistencia, duración y limpieza.
Y en segundo lugar está el intangible: ese «casi indistinguibles» que hemos dicho de las alfombras de sisal sintético respecto a las de sisal natural.
Por que esa pequeña o mínima diferencia de aspecto o sensación que puedan tener (en ocasiones ni existe) puede ser fundamental en la apreciación de cada cual.
Es algo que cada uno tiene que sentir a su manera, y si la sensación de autenticidad que alguien busca está por encima de los aspectos prácticos, esto debe prevalecer. Solo tú sabes cómo debes apreciar cada cosa.

Resumimos la comparativa alfombras naturales vs sintéticas:
Ventajas (pros) de cada tipo:
Naturales (sisal y yute):
- Carácter natural que salta a la vista
- Imperfecciones que realzan su carácter
- Alfombras sostenibles
- Variedad de formatos: redondas, cuadradas, trenzados manuales artísticos (yute)
Sisal sintético o polipropileno:
- Aspecto casi indistinguible de las naturales
- Resistencia a toda prueba
- Aptas para usos comerciales e intensivos
- Aptas para exterior e intemperie
- Impermeables
- Lavables con agua o manguera
- Aptas para las zonas de más paso o tránsito
- Tanto o más económicas que las naturales

Desventajas (contras) de cada tipo:
Naturales (sisal y yute):
- Solo uso doméstico mayormente
- Alfombras no aptas para exterior
- Alfombras de limpieza delicada
- No les gusta el agua ni la humedad
- No recomendadas en cocina y baño
- No muy resistentes para mascotas
- Limpieza: aspirador… y poco más
Sisal sintético o polipropileno:
- Aspecto no tan natural (aunque casi)

En el mundo de hoy, no nos vamos a engañar, los aspectos prácticos priman sobre los románticos: tenemos poco tiempo y no queremos que las alfombras ni el resto de las cosas con las que convivimos día a día sean un problema, sino una solución.
Por eso las alfombras sintéticas tienen cada vez más aceptación en detrimento de las naturales. Pero no cantéis el réquiem por estas últimas, porque seguirán existiendo durante siglos.
Por el mismo motivo que tampoco vamos a dejar de leer novelas de Jane Austen para sustituirlas por libros de jurisprudencia… el romanticismo siempre se abre paso para quien prefiera poner en primer término las sensaciones frente a las ventajas prácticas.
Ya veis que parece que la lucha entre alfombras naturales y sintéticas es tan vieja como el mundo…