Tenemos la casa llena de alfombras, y a la hora de comprar un robot aspirador (Roomba u otra marca) nos asalta una duda inevitable: ¿mi robot aspirador las limpiará como es debido o pasará olímpicamente de ellas? Dicho de otra forma, ¿cuáles son las mejores alfombras para la roomba?
Los robots aspiradores no son aparatos baratos, de modo que saber de antemano que no nos estamos gastando un pastizal en vano, la verdad, ayuda un poco.
Por cierto, que vamos a usar la palabra roomba como sustantivo, aunque es una marca, del mismo modo que decimos “la minipimer” en lugar de la batidora. Es tomar la parte por el todo, pero así nos entendemos mejor.
Vamos a intentar aclarar la duda aunque la respuesta a la pregunta no es tan sencilla como parece, ya que en ocasiones no hay una respuesta directa.
Porque sí que hay alfombras de las que tendremos la certeza de que se van a limpiar perfectamente, y al contrario, otras que de entrada ya sabremos que mejor ni lo intentamos.
Pero en medio hay algunas zonas grises, con alfombras más dudosas, y (spoiler) te avisamos: en algunos casos no sabrás si el robot las limpiará o no hasta que lo tengas en casa. Eso hay que asumirlo.
Y como por otro lado la variedad de alfombras es más larga que la saga Star Trek y la gama de aspiradoras es más profunda que el agujero negro que hay en el centro de la Vía Láctea, resulta que hay tantas combinaciones posibles que la respuesta a la pregunta “¿limpiará mi roomba la alfombra?” está muy lejos de ser una ciencia exacta.
Las alfombras ideales para un robot aspirador
El sueño lúbrico de un robot aspirador es una alfombra lisa, uniforme, fina y más o menos rígida. Para la roomba eso sería como que a ti te tocara un viaje a Bora-Bora con gastos pagados con tu actor-actriz favorita.
El motivo es muy simple: las superficies lisas, finas y uniformes permiten que el robot aspirador se suba fácilmente, que se maneje sin tropiezos y en suma, que sus movimientos fluyan con la misma eficacia y naturalidad con la que Lamine Yamal encara la portería rival.
Con esto ya tenemos tres requisitos claves para definir las alfombras más adecuadas para la roomba:
- Que la alfombra sea fina, ya que facilita que el robot se suba fácilmente.
- Que el material sea resistente, ya que los materiales delicados pueden sufrir con el ataque de los cepillos rotatorios.
- Que el trenzado sea lo más liso posible, ya que cuanto más uniforme sea el tejido tanto más eficaz será la limpieza.
Con eso ya vamos teniendo el retrato robot de los tipos de alfombras recomendados para la roomba. Vamos a resumirlos.
Alfombras especialmente recomendadas para la roomba
1. Alfombras de pelo corto.
Corto, y preferiblemente, compacto. Cuanto más corto y denso, tanto mejor realizará el robot su trabajo, no sólo porque no le cueste subirse, sino porque no tendrá que excavar entre masas de pelo suelto en busca de ecosistemas de polvo y suciedad.
2. Alfombras de vinilo.
Son sin duda las más indicadas para roomba, porque cumplen todos los requisitos: son finas, son resistentes y son de superficie lisa. Lo de la roomba con tu alfombra de vinilo será un amor a primera vista, y te garantizamos un romance de larga duración.
3. Alfombras de polipropileno.
Con material tan resistente como las alfombras de vinilo, las alfombras de polipropileno no le temen al robot aspirador. Porque ni aunque lo hubiera diseñado Jack el Destripador podrían deteriorarlas. No sólo esto: a su favor tienen también que suelen ser finas, y de trenzado liso, sin pelo, lo cual facilita el movimiento del robot.
4. Alfombra de nudo boucle.
Como continuación de lo anterior, y como norma general, las alfombras de nudo con bucles (boucle) suelen hacer buenas migas con los robots, con algunas salvedades. Por ejemplo, que el material sea delicado, o que el nudo sea excesivamente grande o suelto.
Cuando el nudo es de sisal sintético (polipropileno) no solo no hay nada que temer, sino que son perfectas para la roomba.
5. Alfombras de bambú.
Tampoco tu robot les podrá pegas, lisas y finas como son.
¿Entonces, qué alfombras tendríamos que evitar para la roomba?
1. Alfombras de pelo largo
Hablando en general, claro, y tanto más cuanto más largo y más suelto. Porque es fácil que se enreden los rodillos, y porque igualmente es fácil que la limpieza no sea tan profunda y que se pierda eficacia a la vez que se acumula el polvo de manera irregular en el fondo del pelo.
2. Alfombras gruesas
Cuando una alfombra levanta más de 2 cm del suelo, las alertas rojas empiezan a sonar para las roombas. A partir de esa altura comienza el territorio comanche, en el que los mapas, en lugar de los nombres de los sitios pone “terra incognita”.
Que un robot aspirador se suba o no a una alfombra de más de 2 cm de grosor, y que una vez encima, cumpla con su tarea depende de varias cosas.
- La longitud del pelo
- Su grosor y grado de compacidad (más o menos blandas)
- El estampado (luego hablamos de los colores y el “horror vacui”)
3. Alfombras de material delicado o que suelte exceso de pelo (lana, yute)
Por ejemplo, piénsatelo mucho si tienes alfombras de lana, ya que se suele reportar que los robots acaban saturados del pelo que sueltan las alfombras de lana y se bloquean pronto.
Aunque con las alfombras de lana este no es el problema principal, sino que la alfombra se deteriore por la acción de los cepillos. Si tienes duda puedes hacer pruebas, pero siempre con mucho tiento, sin arriesgar la alfombra.
Igualmente las alfombras de yute. Aunque no suelen ser muy gruesas, su tejido natural bastante blando y flexible y sus trenzados irregulares hechos a mano son difíciles para los robots y es posible que la alfombra sufra más de la cuenta.
En caso de duda prueba primero para verificar que tu robot no es agresivo con las fibras de yute, que no se atasca y que no las deteriora.
4. Alfombras con colores negros o con contrastes fuertes
Las robots aspiradores tienen algo así como vértigo u horror vacui, ya veis qué humanos son.
Posiblemente esto vaya cambiando con el tiempo y las sucesivas generaciones de robots aprendan mejor, pero las alfombras con colores oscuros (negro sobre todo) o con fuertes contrastes entre planos de color puede hacer pensar al robot que hay un vacío o un escalón, y ante la duda, se para.
Ya veis que el instinto de conservación vale tanto para máquinas como para personas.
5. Alfombras con flecos
Hay modelos que ya aprenden a distinguir los flecos para evitarlos y no enredarse, pero en caso de duda, las alfombras de flecos y los robots aspiradores deberían ser enemigos íntimos y hacer vidas paralelas, de esas que nunca se encuentran.
No obstante, si tu robot incorpora el reconocimiento de flecos entonces nada que decir, pero mejor asegurarse antes.
En general, la Inteligencia Artificial avanza que es una barbaridad (más que la natural, nos tememos) y hace que cada vez más los robots sean capaces de interpretar correctamente los colores, texturas y elementos de ruptura como flecos y similares.
Si con todo esto hemos conseguido que disfrutes a la vez de tu robot aspirador y de tu alfombra, estupendo. Siempre que tengas claro que cada caso es un mundo y que muchas veces tendrás que probar.