Los 5 puntos clave para elegir la alfombra perfecta

Elegir la alfombra perfecta es muy fácil, si sabes cómo. Tan fácil como acertar la combinación de la bonoloto del día anterior (porque la de mañana, eso ya es otra historia).

Cada vez que tenemos que elegir una alfombra pasamos por un proceso proceloso (valga la redundancia) que nos sume en más dudas que un camaleón sobre un tablero de ajedrez.

Te encontrarás dándole vueltas a preguntas como: ¿me quedará bien? ¿acertaré con el color? ¿se verá acogedora? ¿le gustará a mi suegra? ¿cuándo llegará la devolución de Hacienda?

Sobre la última pregunta, ni idea. Sobre la penúltima, seguro que no. Ahora bien, sobre las demás sí que podemos intentar ayudarte en el proceso para elegir la alfombra perfecta.

Alfombra estampada de pelo corto

Una cuestión previa y fundamental

Pero hay que responder primero a una pregunta: ¿para dónde la quiero y qué uso le voy a dar?

Ah, vaya, eso son dos preguntas. Pero bueno, nos sirve igual.

Tener eso claro es básico para comenzar a elegir. La respuesta a esa doble pregunta no nos hace avanzar en la elección de la alfombra, pero sí que nos permite ponernos en el lugar correcto de la parrilla de salida para elegir la alfombra de nuestros sueños.

Porque no es lo mismo una alfombra auxiliar para la habitación de invitados que la alfombra principal del salón, o la alfombra del pasillo que la alfombra de la cocina… cada una tiene sus reglas y requisitos.

Alfombra de cocina

Teniendo presente en todo momento la respuesta a las preguntas previas, a partir de aquí solo hay que analizar…

Cada uno de los puntos clave que veremos a continuación se contestan de distinta forma en función de la respuesta a la pregunta inicial.

Igual que cuando te vas de vacaciones a la playa metes crema solar en la maleta pero cuando te vas a París llevas paraguas, pues lo mismo sirve para este caso: se trata de adecuar la elección al uso que le vamos a dar.

Y como en todo, la clave de la elección no es tanto cada punto por sí mismo sino el equilibrio entre ellos. Para que tu alfombra no te quede más rara que un fórmula 1 de cuatro puertas hay que armonizar los puntos clave para que estén compensados entre sí.

Detalle de alfombra a medida de pelo corto

No serviría de nada tener una alfombra de seda a la entrada del jardín ni una de diseño barroco-rococó en un loft nórdico-minimalista. Ni una alfombra de pelo largo en el chalé de la playa, justo donde la gente se limpia las arenas.

1. La materia prima

La mayoría de las veces no somos ni conscientes del material con el que está confeccionada la alfombra. Nos contentamos con que nos guste, pero la materia prima es importante porque puede condicionar la vida de la alfombra.

El material influye en tres cosas básicamente:

  • la resistencia,
  • el aspecto (textura), y
  • la limpieza y mantenimiento

Si necesitamos una alfombra resistente sí o sí, porque va a estar en lugar de mucho tránsito, o incluso en terraza o jardín, de entrada ya eliminaremos una gran cantidad de materiales.

Por ejemplo, una alfombra de alta resistencia exige materiales sintéticos como poliamida, para alfombras de pelo, o polipropileno o vinilo para alfombras sin pelo.

Alfombra mezclilla polipropileno

Si no tenemos esa exigencia podemos ampliar el abanico a más materiales, desde lana a sisal pasando por viscosa o chenilla.

El material determina en gran parte el aspecto, textura y calidad percibida de la alfombra. Las alfombras naturales suelen tener un plus al ofrecer acabados que se ven más cálidos o auténticos, como el sisal o la lana por ejemplo.

Aunque los nuevos materiales sintéticos (polipropileno) crean alfombras sintéticas que replican la apariencia de la lana o el sisal de manera extraordinaria, pero con mucha más resistencia.

Como veremos en el punto siguiente, siempre habrá un compromiso entre el mantenimiento y el acabado o aspecto. Hay texturas y sensaciones que solo una alfombra de calidad y materiales naturales puede ofrecer.

Alfombra de lana

Pero en ciertos casos tendremos que aceptar alguna contrapartida respecto al cuidado y limpieza, lo que tampoco significa que nos vayamos a dejar la vida en el mantenimiento, sino que simplemente seremos conscientes de que ciertas alfombras no están hechas para que las pise un batallón de cosacos.

2. Limpieza y mantenimiento

Porque el mantenimiento puede tener su exigencia, llegado el caso. Pero si vamos a hacer un uso tranquilo de la alfombra (por ejemplo uso no intensivo, sin niños ni mascotas) podemos aceptar tener alfombras delicadas de mantener o de limpiar, a cambio de una prestancia o estética superior.

En caso contrario nos decidiremos por materiales lavables y prácticos ante todo, como los mencionados sintéticos o las socorridas alfombras de poliéster.

Lo principal es decidir la cantidad de atención y trabajo que estamos dispuestos a prestarle a la alfombra.

Alfombra lavable a mano

Si queremos una alfombra delicada para el salón y con el uso que le vamos a dar vamos a tener que estar pendientes a cada momento de lo que le cae encima, de limpiarla a diario y mandarla a la tintorería cada poco, igual podemos plantearnos una alfombra más trotona que nos haga la vida más fácil.

Los hogares de hoy en día y la vida que llevamos en ellos empujan en esa dirección, la de alfombras fáciles de limpiar y mantener, que sean más una solución que un problema.

3. El diseño y el estilo

Dar con el diseño y estilo perfectos es una de las cosas más difíciles.

Cuando estás decorando un ambiente la tendencia natural es a compaginar, a elegir piezas cuyos diseños, estilos y colores encajen en la decoración existente y la reafirmen.

Alfombra vinilo Detroit beigte

Si tienes composiciones monocromáticas o uniformes busca tonos que completen la composición. Si tienes beiges, tostados o arenas meter un rojo puede chirriar como un violín desafinado en una orquesta.

Pero también se puede decorar buscando el contraste. En ocasiones un color llamativo en un ambiente uniforme, una alfombra clara en una habitación oscura o una alfombra multicolor en una decoración en tonos neutros puede ser el desbloqueo perfecto de un proyecto atascado o el punto de energía que necesita un ambiente apagado.

Otras veces la mezcla de estilos es la mejor forma de decorar, sin más regla que cada pieza que añadimos, como la alfombra, nos guste y encaje en el ambiente. Que se lleve bien con lo existente y que enriquezca el resultado, como el buen maridaje del vino refuerza el sabor de la comida.

Alfombra colorista pelo corto

Eclecticismo lo llaman, que es un término que vale tanto para un roto como para un descosido, pero siempre con la premisa de que si te gusta a ti, ¿qué más hace falta? El eclecticismo bien entendido y hecho con arte puede dar resultados excelentes, dependiendo del gusto y acierto de cada cual.

4. Las medidas

Puede parecer obvio hablar de la importancia de las medidas a la hora de elegir alfombra, pero es sorprendente el número de veces que se eligen alfombras de las medidas equivocadas. En este post hablamos extensamente del tema, pero sirva ahora un recordatorio de lo básico.

Primero: ¡mide antes de comprar! Te sorprendería la cantidad de gente que compra sin medir. Y luego pasa lo que pasa.

En caso de duda un truco es comprar cinta de pintor o carrocero, de la que se despega sin marcas, ponerla en suelo marcando el perímetro que debería cubrir la alfombra y así hacerse una idea gráficamente del tamaño ideal.

Medidas de alfombra

Si estás dudando entre dos medidas, lo más probable es que quede mejor la más grande que la más pequeña.

Y si aún sigues dudando, mejor hazla a medida, para no tener que depender de las medidas estándar.

5. Y por último, el precio

Como no todos somos Bill Gates, muchas veces no podremos comprarnos la alfombra que queramos, sino la que podamos.

No pasa nada, tampoco tenemos Lamborghinis y eso que nos ahorramos en gasolina. Pero gracias a dios hoy en día tenemos gamas de alfombras amplias, variadas y llenas de recursos a precios impensables hace unos pocos años.

Por supuesto, si tu cartera es tamaño XXL podrás ampliar tus opciones, pero hoy en día es posible alfombrar una casa a plena satisfacción con precios razonables.

Alfombra de vinilo fina

Solo un consejo: cuando afrontamos un gasto no solemos tener en cuenta el ratio que podríamos llamar ‘de amortización’, es decir, el resultante de dividir el coste entre la frecuencia de uso.

Por ejemplo, en ocasiones nos gastamos un dinero importante en un restaurante. Un dinero que hemos usado una sola vez y que olvidaremos a los pocos días.

En cambio le regateamos unos euros a una alfombra (o un mueble) que estará destinada a acompañarnos muchos años, día tras día. Con la perspectiva del tiempo entendemos que gastar un poco más puede estar justificado si conseguimos que nuestro día a día sea un poquito mejor o más gratificante.