Alguien dijo que el fútbol es un deporte que juegan once contra once y siempre gana Alemania (o España, últimamente). Del mismo modo podríamos decir que en la mayoría de salones de las casas hay una alfombra que puede ser de cualquier color pero que casi siempre es una alfombra beige.
¿Qué tienen las alfombras beige que tanto nos gustan? ¿Qué tiene el color beige que nos encandila, y que nos sirve de base a tantas cosas en la decoración? Vamos a tratar de averiguarlo.
Cuando decimos beige queremos decir beige, pero también crema, arena, tostado o marrón claro, o incluso topo, entre otros tonos. Porque el beige, más que un color, es una familia. Y si hablamos de alfombras, un universo de infinitos matices y combinaciones de alfombras beiges.
Psicología del color beige
Como la burguesía, el beige posee un discreto encanto. Es un color estable, cálido y neutro, tan equilibrado que sería el yerno perfecto.
Si fuera una pieza arquitectónica el beige sería la piedra clave en un arco de medio punto. El elemento que, casi sin hacerse notar, sostiene todo el armazón estructural y decorativo y sin el cual todo el efecto se desmoronaría.
El beige es como Tom Hanks: un tipo en el que puedes confiar. Es como el bajo continuo en la música de Bach, es a los colores como el soft jazz es a la música. De hecho si en un restaurante escuchas a Norah Jones puedes apostar que la decoración es beige.
Qué curioso que el café de las mañanas que tanto nos reconforta tenga el mismo color, ya que el beige es un color cuya gama va desde café con leche corto de café al café cortado.
El beige es hipotenso y su razón de ser es rebajar las pulsaciones. Por eso es tan útil en la decoración de interiores, particularmente en un elemento básico como la alfombra. Porque nos permite sentirnos inmersos en un ambiente relajado y confiable.
Ya ves que el beige (tanto si lo aplicamos a las alfombras como en general) posee unas características muy particulares. Las resumimos:
El color de la neutralidad y el equilibrio.
El beige es un color neutro por definición. Sabe que su batalla no está en destacarse ni hacerse notar, sino en proporcionar una base firme, unos cimientos que garanticen la estabilidad del ambiente.
Refleja calma y serenidad.
Si buscas emociones, cómprate una alfombra roja. Las alfombras beiges no compiten en esa guerra, sino que están para aportar al ambiente uno de los atributos principales del beige como color: la tranquilidad y la calma.
Transmite orden y sencillez
No hay que confundir la sencillez con la simplicidad. El beige es un color que puede conseguir efectos complejos, pero resueltos con una pátina de sencillez, producto de sus características limpias y ordenadas.
Minimalismo acogedor, sin abrumar
El beige comparte con el blanco su carácter minimalista, pero lo rebaja con un espíritu más integrador, que resulta acogedor sin llegar a abrumar con su intensidad. En alfombras resulta hogareño, como la barriga de un cachorro de golden retriever (que también es beige).
Alfombras beige: lo que aportan a tu decoración
Todo lo dicho para el color beige en general es de aplicación para las alfombras beige, crema, arena, tostado, o café-con-leche-corto-de-café.
Entonces, ¿qué puede aportar una alfombra beige a la decoración, y por qué tienen tanto éxito?
No es casualidad que un porcentaje muy elevado de alfombras se fabriquen en la gama de los beiges. Si aplicamos el perfil que hemos explicado a un elemento de decoración tan específico como las alfombras enseguida encontraremos las razones por las cuales las alfombras beiges son tan populares.
1. Son alfombras claras y luminosas, que aportan luz al ambiente
Como el color blanco, las alfombras beige son luminosas y ayudan a aportar una buena cantidad de luz al proyecto decorativo. Y no es necesario que tengamos un lugar pequeño o mal iluminado para aprovechar esta virtud. En decoración nunca hay demasiada luz, como dijo Goethe: «luz, más luz».
2. Aumentan la sensación de amplitud
Por el mismo motivo, una alfombra beige o de color claro ayudará a que la sensación de espacio percibido mejore considerablemente, y sin necesidad de hacer obras. ¿Nunca te has fijado que entre dos coches iguales, uno blanco y otro negro, el blanco siempre parece más grande? Pues es el mismo principio visual. El beige no consigue ese efecto tanto como el blanco, pero a cambio es mucho más cálido y acogedor.
3. Define ambientes y áreas sin sobrecargar la decoración
El primer mandamiento de la decoración es definir zonas, áreas y espacios dentro de un proyecto. Y una de las principales habilidades consiste en hacerlo sin recargar el ambiente y sin utilizar divisores agresivos. Una alfombra beige, especialmente si es de buen tamaño servirá como delimitador de zona en un espacio grande.
4. Sirve de base neutra para el proyecto decorativo
Una de las ventajas de los colores neutros es que, por definición, no se meten en batallas. Solo ponen el marco para que edifiquemos sobre él el proyecto. Una alfombra beige no compite, sino que arbitra. Pone la base para que a partir de ella volquemos nuestra creatividad, incluso diseñando decoraciones con colores vivos o elementos llamativos, de los que la alfombra beige será origen y soporte.
5. Reduce el «ruido visual»
Si tienes un ambiente, por así decirlo, demasiado ecléctico, en el que hay una variedad de elementos y colores que pugnan por la atención sin que ninguno de ellos triunfe, probablemente tengas un problema de ruido decorativo o visual. Tal vez la mejor solución sea empezar desde la base con una alfombra de tono neutro y suave para que los demás elementos ocupen su lugar de manera más ordenada.
6. Son alfombras elegantes e integradoras
Hay colores más elegantes que otros. Y no cabe duda que el beige y sus derivados figuran entre los más elegantes, si hablamos de alfombras, naturalmente. No se te ocurra ir a la gala de los Goya con un chaqué beige, por favor. Pero una alfombra beige posee esa elegancia natural que solo ves en las viejas películas de Cary Grant. Y lo elegante, por definición es integrador, de manera que una alfombra beige es dejar la puerta abierta a la armonía con el resto de la decoración.
7. Reducen el estrés mental y visual
Seguro que después de uno de esos días del demonio que tú sabes en el trabajo lo último que quieres al llegar a casa y derrumbarte en el sofá es ver una alfombra rechamante que te esté gritando desde el suelo con su colorido imposible y su diseño agresivo. En ese contexto, una alfombra beige es nuestra Ítaca, nuestro refugio, como volver al claustro materno, el lugar en que poder relajarnos y descansar de tanto estrés mental y visual.
8. Son alfombras atemporales, que no pasan de moda
Un conocido catálogo de colores nombra cada año a un color como «color del año». Nunca verás un beige. Porque no hace falta. Porque los beiges y sus conjuntos son los colores de todos los años, de todas las décadas y de todos los siglos. Porque no pasan de moda y los años no pasan por ellos. Por eso son un seguro anti envejecimiento, ya que no hay decoración o alfombra en color beige que quede obsoleta por el color.
¿Algunas contraindicaciones?
Igual que en los prospectos de los medicamentos hay un epígrafe de efectos secundarios, estaréis pensando… bueno ¿es que en las alfombras beiges, todo son virtudes, y no tienen defectos?
Podríamos señalar algunos inconvenientes, pero siempre teniendo en cuenta que no son problemas por sí mismos, sino dependiendo de cómo afrontes el resto de la decoración o el proyecto en su conjunto.
Por ejemplo:
Puede parecer un color falto de energía. Pero eso lo puedes compensar mediante la aplicación de color en otros elementos como muebles o paredes.
Hay quien le parece el beige monónoto o aburrido. Por supuesto, todo va en gustos, pero lo realmente importante de un espacio es la conjunción y variedad entre diferentes elementos: suelo, alfombras, muebles, paredes. !No tiene que ser todo beige!
Hay quien piensa que, siendo un color cálido, no es dominante. Precisamente esa es una de sus cualidades, ya que es un color armónico e integrador, que busca resolver la decoración mediante consensos, no disputas. Ya veis que no haría un buen parlamentario.
En resumen, ya veis lo que las alfombras beiges pueden hacer por vuestra decoración, que no es poco.
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